Debido a la pandemia por covid-19, ayer la misa para abrir el año pastoral de la Arquidiócesis de Corrientes no se realizó dentro de la Basílica de Itatí. Para cumplir con la distancia física y evitar así las aglomeraciones, se instaló un escenario frente al Santuario. Y desde allí, el arzobispo de la Provincia, Andrés Stanovnik, ofició la celebración religiosa ante los feligreses locales y un número considerable de peregrinos que arribaron a la localidad.
En la primera parte de su homilía, monseñor expresó que “el Papa Francisco nos propuso dedicar este año a San José, al cumplirse 150 años de la declaración como patrono de la Iglesia Católica”. Al mismo tiempo agregó que en el 2021 también se cumple un lustro de “la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, donde trata sobre el amor en la familia”. Y por ello -recordó- que el Sumo Pontífice anunció la celebración de un “Año de la Familia”.
En este contexto aclaró que: “El Año de San José y el de la Familia no se superponen, sino que están estrechamente vinculados entre sí”. Sobre esto, consideró que “los dos años simultáneos nos invitan a reflexionar sobre la familia de Jesús, con un destaque particular a la figura de San José”, quien “se hizo cargo de la vida de su esposa y de Jesús, los cuidó y acompañó sin perder la confianza en Dios, que jamás abandona a aquellos que confían en él”.
Mientras que en otro tramo de su mensaje, Stanovnik expresó que “necesitamos recrear permanentemente la familia como Dios mismo la soñó al crear al hombre a su imagen y semejanza, tal como la recibimos sustancialmente de nuestros padres y abuelos; y está en nuestras raíces culturales y religiosas. Somos lo que hemos recibido y solo a partir de allí podemos crecer y madurar”.
Cuando concluyó la misa, el arzobispo de Corrientes dialogó con el área de Prensa de la Basílica de Itatí, a través de los cuales saludó tanto al pueblo itateño como a los que no pueden ir al templo. Al último grupo mencionado, Stanovnik los invitó a rezar en sus altares familiares. Y en el caso de que no lo tengan, los animó a que destinen un lugar de su casa para elevar sus oraciones”.
Asimismo, realizó un pedido especial a toda la feligresía: “Recemos para que la pandemia pase pronto y volvamos a encontrarnos en este santo lugar que siempre nos llena el corazón y nos fortalece para que luego podamos vivir todos los días bien, como Dios quiere”, concluyó el arzobispo de Corrientes.