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Tensión entre Berlín y Budapest por las críticas de la embajadora de Alemania a Orbán

Un discurso de la embajadora alemana en Budapest ha aumentado la tensión, si cabe, entre ambos países . El ministro húngaro de Asuntos Exteriores, Peter Szijjarto, ha convocado a la embajadora Julia Gross para hacer constar su malestar por «sus críticas al Gobierno húngaro» . En su opinión, la diplomática «interfirió en los asuntos internos de Hungría de una manera grave que violó la soberanía de nuestro país», ha justificado en su página de Facebook. «El discurso del embajador fue inaceptable en su totalidad» y Hungría exige «respeto».La causa del agravio fue que Gross dijo el miércoles, en un evento con motivo del Día de la Unidad Alemana en Budapest, que el Gobierno del primer ministro, Viktor Orbán, ha elegido un camino que separaría a los dos países, según informaron los medios húngaros.Alemania es el socio comercial y de inversiones más importante de Hungría. Recientemente, las empresas alemanas que operan en Hungría en diversos sectores de servicios se han quejado de que el Gobierno de Orbán las estaba presionando para que cedieran mercados a oligarcas cercanos al Gobierno . En Berlín pesa además la resistencia de Hungría a los acuerdos europeos de inmigración y asilo, además de la errática presidencia semestral de Orbán en el Consejo Europeo, en la que el húngaro ha decidido aplicar por su cuenta una política exterior contraria a la consensuada por los miembros de la UE. Noticia Relacionada estandar Si Vox recurrió a créditos húngaros ante la negativa de los bancos españoles a financiarlo Pilar De la Cuesta«Sentimiento de alienación»«Orbán tiene un sentimiento de alienación respecto a Occidente y se siente herido por las críticas que se le hacen, eso determina también la política exterior húngara», explica el politólogo Andras Hettyey, de la Universidad de Budapest. Hettyey recuerda que se enfrenta a una nueva condena por parte de la Comisión Europea y que estos choques con Berlín, muy mediáticos, le permiten mantener ese contratiempo en segundo plano de cara a la opinión pública. «Además, Orbán decide por sí solo en más del ochenta por ciento de las cuestiones de política exterior en Hungría. En otros países existen influyentes grupos de presión partidistas, socios de coalición, una fuerte oposición y una prensa crítica que también mantienen la política transatlántica y europea en una determinada dirección, pero en Hungría no existen tales contrapesos», describe también Hettyey.El viaje previsto a Budapest de la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, fue cancelado con poca antelación por SzijjartoYa el pasado mes de julio, el viaje previsto a Budapest de la ministra alemana de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, fue cancelado con poca antelación por Szijjarto, que justificó la decisión con un «cambio imprevisto en el calendario» y pidió a Berlín que pospusiera la visita a una fecha posterior y más oportuna. «En el fondo sólo hay razones técnicas, no políticas», publicó en un comunicado. La parte alemana lamentó la cancelación: «Habría sido importante una conversación personal seria y honesta entre los dos ministros de Asuntos Exteriores en vista del sorprendente y descoordinado viaje del primer ministro Orban a Moscú», dijo por su parte el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores alemán. El presidente ruso, Vlaidmir Putin, acababa de recibir a Orbán en el Kremlin, que visitó en «misión de paz», y desde entonces su política exterior se dirige más directamente a agradar a Putin.

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