Policiales

Tiene 5 años se cayó al sótano de una cafetería, se fracturó el cráneo y permanece en terapia intensiva

Ocurrió en el local Whoopies, del barrio porteño de Saavedra. El menor, que fue atendido de urgencia en el Hospital Pirovano, luego fue trasladado al Elizalde

Una salida al aire libre para disfrutar del último fin de semana XL de año terminó en pesadilla para la familia de Máximo, un nene de 5 años que sufrió una fractura de cráneo tras caerse dentro del sótano de una cafetería, en el barrio porteño de Saavedra, a la que había ingresado este domingo por la tarde junto a sus padres para comprar unas donas.

“Así estaba mi hijo hoy a la tarde y ahora esta así!. Local Whoopies en Roque Pérez y García del Río”, posteó su papá junto a una foto donde el pequeño posaba sonriente con su “Cajita Feliz” en la mano, dentro del auto, después de almorzar en un local de comidas rápidas; seguida por una imagen de su hijo entubado en la cama de terapia intensiva del Hospital de Niños Pedro Elizalde.

“Tenían abierto el sótano y mi hijo cayó adentro. Tiene fractura de cráneo y está internado. Hijos de mil p…”, escribió visiblemente enojado con los responsables de la cafetería y pastelería situada frente al Parque Saavedra.

Mientras su papá estaba en el mostrador comprando unas donas, Máximo se dirigió al baño. Al salir, no advirtió que la tapa del sótano, que se encuentra en el centro del salón, estaba abierta y cayó aproximadamente unos dos metros por debajo del nivel del suelo.

“El pisa en falso, pega la pera en la punta y cae para adentro. Se cayó seco y tuve que bajar a buscarlo por las escaleras, caminé una cuadra con él ensangrentado, me subí al auto y lo llevé al Pirovano, donde lo atendieron de maravilla”, precisó Mariano, su papá, al sitio Saavedra on line. Y agregó: “Lo trataron de estabilizar lo más que pudieron y lo llevaron a la noche al Elizalde, en Constitución”.

Pese al dramático momento y mientras la vida del menor corría riesgo, su familia y los vecinos del barrio denunciaron que el local siguió trabajando por la tarde y por la noche.


Incluso, el hombre subió a su Facebook una foto de cómo quedó el lugar luego del accidente. En la imagen se aprecia que el sótano está tapado por una chapa negra con sus bordes remarcados en rojo y que se encuentra entre medio de las mesas y las sillas.

Así luce el sótano que tiene el local de Whoopies. En el momento del accidente se encontraba abierto“Ahí tenes el sótano de mierda donde cayó mi hijo. Estaba destapado y no estaba señalizado! Mi hijo venía caminando y pisó en falso. Lo tengo en terapia intensiva, me vienen hablar de que???? Cierren el orto! Si no es el salón eso, cómo mierda lo quieren llamar? Más de dos metros cayó pegando la mandíbula en el borde!”, escribió enfurecido.

Frente al enojo de la familia y una protesta de los vecinos frente al negocio este lunes por la mañana, Whoopies decidió no abrir hoy al público. “El local no va a volver a abrir mientras mi hijo siga en terapia intensiva”, aseguró Mariano.

Por su parte, el dueño de Whoopies Saavedra, Mariano Améndola, le explicó a Infobae por qué el local permaneció en actividad luego de lo ocurrido: “No fue por un tema de facturación. Todos los empleados quedaron shockeados por lo ocurrido y le dije a la encargada que continuaran trabajando por si volvía el padre para que tomaran contacto con él”.

Según relató, “cuando el nene se abrió la cabeza, la encargada llamó a la ambulancia, pero el padre no quiso esperar y lo llevó directamente al hospital”. Y remarcó: “Como no era un cliente que estaba consumiendo en el lugar y no pagó con la tarjeta de crédito no sabíamos cómo ubicarlo hasta que un vecino nos facilitó el celular del papá, yo mismo lo llamé y me puse a su disposición. Fue un accidente desgraciado”.

El local se encuentra momentáneamente cerrado“Comparto el dolor del padre porque también soy padre. Esta mañana hablé con Mariano y me contó que a su hijo le van a hacer otra tomografía. Por mi parte, le dije que si necesitaba tratarlo en otro lugar para que su evolución sea más rápida que cuente conmigo”, concluyó el dueño de Whoopies.

“Estamos esperando que se calmen los ánimos. Entendemos el dolor del padre”, concluyó, quien admitió que tiene todo en regla e incluso los seguros correspondientes para poder operar. Por estas horas, el fiscal a cargo de la causa, Matías de Sanctis, titular de la fiscalía penal y contravencional N° 7 de la Ciudad, calificó el hecho como lesiones graves culposas y hasta el momento no hay imputados.

También, debido a que Améndola mantuvo el local abierto tras el hecho, el fiscal Sanctis dispuso de una consigna policial en el lugar para evitar modificaciones o reformas y se espera mañana un informe de inspección a cargo de la Agencia Gubernamental de Control (AGC), donde se debelará si Améndola tenía todo en regla como aseguró a este medio y a partir evaluará si toma alguna medida o temperamento en su contra. Por último, se informó que el menor posee fractura occipital, lesiones encefálicas y permanece internado en el Hospital de Niños.

ACCIDENTE

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