En sintonía con lo que ocurre en todo el país desde que la fuerte devaluación pulverizó las proyecciones de inflación originalmente previstas para el año, el gremio de los empleados municipales reclama una rediscusión del acuerdo salarial.

 

Según trascendió, desde el sindicato ya tienen un planteo de mínima: un piso de 15%. Con el compromiso que en agosto se reabrirá la mesa salarial y ante una inflación que supera el 16% y que podría cerrar en un 30%, el acuerdo salarial que se cerró para el primer semestre del año ya fue totalmente licuado: el 20% en marzo y del 22,5% en julio.

 

Respecto al Salario Mínimo Vital y Móvil (de bolsillo), desde julio se encuentra en 12.500 pesos. Los beneficiarios del plan Neike Chamigo pasarán a cobrar 5.650, lo que implica un aumento de 850 pesos. Los montos igualmente son muy inferiores en comparación con el 270% de aumento que se otorgó el intendente Eduardo Tassano y de una mejora 60% a los funcionarios de alto rango.

 

El reclamo se enfrenta con una realidad contrapuesta: el Municipio había señalado que aceptaría revisar el acuerdo pero que iba a ser muy cuidadoso con respecto al otorgamiento de cifras adicionales por el hecho de que las cuentas públicas ya venían soportando complicaciones desde antes de la crisis, y ese cuadro, obviamente, se ha agudizado en las últimas semanas.

 

Incluso, en las últimas semanas el intendente Eduardo Tassano manifestó su preocupación por la caída tanto de los ingresos propios como de los provenientes de la coparticipación municipal. 

 

Textual: Norte de Corrientes