En la bajada del puente interprovincial Manuel Belgrano, en una zona descampada, hace meses se instalaron a vivir varias personas en situación de calle.
Se trató de hombres y mujeres hasta se vio a niños que dormían en el lugar.
Fueron las mismas personas quienes, durante la jornada, realizaban malabares en las esquinas de la avenida Costanera y otros dedicados a trabajos artesanales.
Uno de los últimos episodios que tuvo repercusión a través de las redes sociales fue un caso de supuesta violación que sufrió una mujer en el espacio que indigentes eligieron para vivir, el domingo último.
Según manifestaron transeúntes habrían escuchado a una mujer gritar por supuestos daños que le estaban ocasionando dos hombres, insinuando que estaba siendo abusada.
Sin embargo al llegar a la zona indicada, a través de un llamado al 911, personal policial de la comisaría Segunda, la supuesta damnificada no aludió ningún comentario al respecto, por lo que se asentó en el parte diario oficial que hubo una “discusión familiar” ya que manifestaron ser parientes.
El martes, las autoridades municipales, quienes están en el trabajo de recupero de espacios verdes, decidieron desalojar a estas personas y enviarlas a hogares y refugios para familias en situación de calle.
Quizás se debió llegar a una situación, poco clara, entre las personas que convivieron en ese lugar para “enterarse” que habían personas ocupando espacios para la recreación de las familias.