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Tres presidentes abrieron las puertas de Francia a la especulación del más cosmopolita de la dinastía Assad

Las relaciones privilegiadas de tres presidentes franceses, François Mitterrand, Jacques Chirac y Nicolas Sarkozy, con Háfez Al Assad (1930-2000), expresidente sirio, y su hijo Bashar Al Assad, el presidente huido y refugiado en Moscú permitieron al más «cosmopolita» de la familia gobernante, en Siria, desde 1963, Rifaat Al Assad , acumular en París una fortuna inmobiliaria evaluada en varios centenares de millones de euros.Noticia Relacionada reportaje No El imperio inmobiliario de Rifaat al-Assad: cómo el tío del dictador acumuló miles de propiedades en Londres con fondos desviados de Siria Ivannia Salazar Perseguido por la Justicia de varios países, está inevitablemente asociado a la masacre de Hama de 1982. Compareció en varias ocasiones ante los tribunales para justificar una fortuna que atribuía, entre otros, a «regalos del rey saudí»En 1982, recién reelegido presidente de la unión de la izquierda socialista y comunista, François Mitterrand guardó un prudente silencio ante la histórica matanza de musulmanes insurrectos, en Hama, en Siria. Oficialmente, la Francia socialista «prefería» la tiranía «socialista» y «baazista» al islamismo subversivo. Háfez Al Assad felicitó calurosamente a Mitterrand, «muy agradecido». Comenzaba una fructuosa relación para la familia Assad.Elegido presidente en 1995, Jacques Chirac se apresuró a confirmar esas relaciones privilegiadas, invitando oficialmente a Bashar Al Assad, poco antes suceder a su padre, en 1999. Los Assad siguieron matando dentro y fuera de Siria, en el Líbano. Y algunos de esos crímenes provocaron el relativo «distanciamiento» temporal.Elegido presidente en el año 2007, Nicolas Sarkozy ofreció a la dinastía Assad un puente de oro, en Francia y en el Mediterráneo. Bashar Al Assad fue invitado de honor en el gran desfile militar del día de fiesta nacional, el 14 de julio, aniversario de la toma de la Bastilla (1789), antes de ofrecerle un puesto privilegiado en la Unión por el Mediterráneo. Sarkozy terminaría alejándose de Assad. Pero la fortuna familiar de la dinastía gobernante en Siria había creciendo de manera espectacular.Entre 1995 y el 2011, durante las presidencias de Chirac y Sarkozy, Rifaat Al Assad, residente en Londres, París y Marbella, compró, a su nombre, varias decenas de hoteles particulares y apartamentos de lujo en París y la periferia de la capital francesa.Nunca pudieron esclarecerse con precisión las relaciones económicas entre Rifaat Al Assad, su hermano, Háfez Al Assad, y su sobrino, el presidente depuesto y huido. Quedó establecido, en su día, que Rifaat operaba desde una sociedad offshore. Antiguo vice presidente de Siria, había preferido el dorado exilio europeo, acompañado de medio centenar de esposas, a las que «atendía» de manera irregular en algunos de sus hoteles parisinos.Entre 1984, el año de su exilio dorado, en Europa, y 2021, el año de su vuelta oficial a Damasco, Rifaat al-Assad pudo acumular centenares de propiedades en la Costa del sol española, Londres y París. Oficialmente, estaba «alejado» de su familia, gobernante en Siria. Oficiosamente, esas relaciones eran mucho más «fluidas», como puso de manifiesto su proceso, en París, el 2021.Tras varios años de instrucción, el Tribunal de París pudo juzgar a Rifaat Al Assad, ex vicepresidente de Siria, hermano de un tirano y tío del tirano depuesto y prófugo, en Moscú, condenándolo a cuarto años de cárcel y multas millonarias por «blanqueo de dinero en banda organizada», «extorsión de fondos públicos sirios, entre 1996 y 2016».Regreso huido a SiriaHábilmente, Rifaat Al Assad no asistió a su proceso y prefirió huir, regresar a Damasco, acogido con los brazos abiertos por su sobrino y presidente.Rifaat Al Assad también está perseguido por las justicias, suiza, inglesa y española, intentando juzgar delitos muy semejantes a los condenados en París. La justicia francesa consiguió investigar la matriz de los negocios sucios del más «cosmopolita» de los Al Assad. Quedan por investigar las relaciones íntimas, económicas, entre Rifaat Al Assad, su hermano y sobrino, montando un espectacular tejido de relaciones crapulosas, saqueando en beneficio propio, personal, familias, las finanzas de una tiranía.

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