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Trump llega a lo impensable: perdona a los asaltantes violentos y sediciosos del Capitolio

Si algo ha marcado el tono del arranque de la segunda presidencia de Donald Trump , es su decisión de otorgar el perdón a los implicados en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. El nuevo presidente de EE.UU . lo impuso el lunes por la noche a través de una orden ejecutiva, quizá el más polémico -y no hubo escasez de controversia- del centenar de decretos presidenciales que aprobó en las primeras horas tras la jura de su cargo.La decisión de Trump es la señal de que no se esconde, de que no quiere frenos en su segundo mandato, de que no le importa llegar a lugares impensables. Y de que protegerá a sus leales, incluso si vulneran la ley.La clemencia de Trump es generalizada para los casi 1.600 imputados o condenados por su participación en aquella jornada trágica y bochornosa, en la que una turba de sus seguidores intentaron descarrilar a la fuerza la certificación de Joe Biden como ganador de la elección de 2020.Noticia Relacionada Cerrojazo en la frontera de México estandar Si Los inmigrantes se quedan a las puertas de la tierra de las oportunidades Milton Merlo | Corresponsal en Ciudad de MéxicoPara quienes arrastraban condenas, las elimina. Las imputaciones pendientes de juicio han desaparecido (ayer mismo, un juez le dijo a un acusado, en medio del proceso, que podía irse a su casa como un hombre libre). Quienes cumplían todavía penas de prisión, han visto cómo se han abierto las puertas de la cárcel.Todos se han beneficiado de la gracia presidencial. Los que, en medio de la algarada, se metieron de forma pacífica en el Capitolio. Pero también los que fueron violentos. Los que rompieron puertas y ventanas para penetrar en la sede de la soberanía popular y tratar de impedir que se cumpliera el dictado de las urnas. Los que pegaron palizas a decenas de policías. Los que utilizaron bates de béisbol y gases lacrimógenos contra los agentes. Y los que fueron condenados por conspiración sediciosa, por organizar y perpetrar el asalto.Entre las medidas de clemencia está la conmuta de pena para catorce miembros de dos organizaciones ultra, los Proud Boys y los Oath Keepers , que fueron quienes más agitaron los disturbios. Su sentencia se queda en el tiempo que ya han cumplido de cárcel. Algunos tenían condenas muy serias. Son los casos de los dos líderes de estos grupos, ambos condenados por sedición: Enrique Tarrio, de los Proud Boys, cumplía una sentencia de 22 años de cárcel y ya está en la calle; igual que Stewart Rhodes, de los Oath Keepers, condenado a 18 años.Durante años, Trump ha buscado congraciarse con los imputados y perseguidos por el asalto al Capitolio. Muchos de ellos dijeron en sus procesos que actuaron motivados por Trump, por sus acusaciones -infundadas- de robo electoral y por su llamamiento a luchar contra la certificación de los resultados electorales. En la campaña, les calificó de «héroes», de «rehenes» y deslizó que utlizaría su poder de clemencia si regresaba a la Casa Blanca.Jacob Anthony Chansley, de Arizona ReutersPocos creían, sin embargo, que llegaría al perdón de los violentos y sediciosos. Su vicepresidente, J.D. Vance, era uno de ellos: «Si cometiste actos violentos aquel día, obviamente no deberías recibir un perdón», dijo hace solo unos días en una entrevista en Fox News. La que va a ser su fiscal general, Pam Bondi, siguió la misma línea en su vista de confirmación la semana pasada en el Senado: «No hablaré por él, pero al presidente tampoco le gusta la gente que ataca a policías», dijo sobre la posibilidad de perdones. Incluso el propio Trump pareció indicar el pasado noviembre que no sería clemente con los violentos: «Si no fueron violentos, creo que les han castigado en exceso», dijo.Trump no mencionó a los condenados por el asalto al Capitolio en su discurso de investidura, bajo la cúpula de ese mismo edificio, el que tomaron sus seguidores a la fuerza hace cuatro años. Pero sí lo hizo poco después en el Capital One Arena, donde celebró un desfile inaugural y firmó algunas órdenes ejecutivas. «Me dijeron que no hablara de ello en el Capitolio, pero ahora sí», bromeó el presidente, que calificó los procesos de injustos.Las miles de personas que estaban allí le ovacionaron. Pero las encuestas muestran que esos perdones, en especial a los violentos, son impopulares. No parece que sea algo que preocupe a Trump en sus primeras horas como presidente.

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