Internacionales

Trump no garantiza la continuidad de EE.UU. en la OTAN y promete «venganza a través del éxito»

Donald Trump ofreció una cara conciliadora y, al mismo tiempo, contradictoria en su primera entrevista en televisión desde que ganó la elección el pasado 5 de noviembre. Fue este domingo con Kristin Welker, la presentadora de \'Meet the Press\', uno de los programas dominicales dedicados a política. Pese a que dijo cosas como que los legisladores que participaron en la comisión del Congreso que investigó su intento de dar la vuelta al resultado de las elecciones «deberían ir a la cárcel» , también dijo que no quiere «mirar al pasado» y que la «venganza será a través del éxito».Trump grabó esta entrevista el viernes, poco antes de viajar a París para celebrar la reconstrucción de la catedral de Notre-Dame , en su primer viaje al extranjero como presidente-electo. Allí se encontró con personalidades y líderes de todo el mundo. Entre otros, con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, con quien tuvo un encuentro en el que hablaron, según aseguró el mandatario ucraniano, de cómo llegar a una «paz justa».Trump dijo en campaña que acabará la guerra en Ucrania «en 24 horas». En la entrevista, fue más cauto y dijo que intentará poner fin al conflicto y que «probablemente», como se esperaba, Ucrania deberá contar con menos ayuda militar cuando él regrese a la Casa Blanca (desde el comienzo de la guerra, la Administración Biden ha enviado más de 60.000 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania , en un conflicto cada vez más impopular entre los estadounidenses».Clave domésticaEs probable que los términos de un acuerdo que busque Trump en Ucrania incluyan la cesión de parte de su territorio a Rusia y cerrar el paso a su incorporación a la OTAN. Sobre la alianza militar trasatlántica, Trump se negó a comprometerse a que EE.UU. seguirá formando parte de ella. Dijo que solo lo hará si EE.UU. es tratado «justamente» y si sus socios de la OTAN «pagan sus facturas». Las amenazas de Trump a sus socios en su primer mandato para que cumplan sus compromisos en Defensa fueron una de las grandes tensiones con sus aliados europeos.En clave doméstica, Trump aseguró que, como se espera, firme una batería de órdenes ejecutivas en su primer día en la Casa Blanca, con asuntos que irán desde la economía y la energía a la inmigración. Este último apartado fue uno de los grandes motores de su campaña, con promesas de deportaciones masivas y apostando por la retórica antiinmigrante que utilizó en su primera victoria electoral en 2016. En la entrevista, confirmó que su plan es emprender una deportación masiva de todos los inmigrantes indocumentados. «Hay que hacerlo. Es algo muy difícil, pero hay que hacerlo. Hay reglas, regulaciones, leyes. Ellos vinieron de forma ilegal», dijo el presidente-electo. «No tenemos elección. En primer lugar, porque nos cuestan mucho dinero. Pero empezaremos con los criminales. Y luego empezaremos con el resto y veremos cómo va».Trump también su intención de una política dura en inmigración con promesas de tratar de acabar con el acceso a la ciudadanía por nacimiento en territorio de EE.UU. -algo con difícil recorrido en tribunales- y de no parar las deportaciones ante la posibilidad de separar a familias en las que parte de sus miembros tengan papeles y otros no. «Yo no quiero separar familias (esa fue una de las grandes polémicas en materia inmigratoria en su primer mandato), así que la única manera de romperlas es dejarlos todos juntos y tener que devolverlos a todos».Sobre los \'dreamers\'Pero sí fue contradictorio en su idea de echar a todos los indocumentados en un aspecto: con los llamados \'dreamers\' (soñadores), los inmigrantes indocumentados que llegaron a EE.UU. como menores y llevan muchos años en EE.UU. «Trabajaré con los demócratas en un plan al respecto», dijo. «Tenemos que hacer algo con ellos».Trump habló también de un vuelco formidable en economía desde el primer día y defendió el uso masivo de aranceles como una forma de proteger a los trabajadores de EE.UU. e imponer su política exterior. Defendió que los aranceles harán «rico» a EE.UU. pero se negó a garantizar que, contra lo que dicen algunos expertos, esa política no encarecerá los precios para los consumidores estadounidenses. «No puedo garantizar nada», se limitó a decir. «No puedo garantizar el mañana».Sí garantizó, entre otras cosas, que utilizará sus poderes presidenciales para perdonar a muchos de los condenados por su participación en el asalto bochornoso y trágico al Capitolio el 6 de enero de 2021, el episodio final de su intento por dar la vuelta a los resultados de la elección que perdió en 2020 frente a Joe Biden. Dijo que esos condenados «están viviendo un infierno» y que dará su perdón «muy pronto».Al contrario, sobre los miembros de ese comité de la Cámara de Representantes -entre otros los demócratas Adam Schiff y Benny Thompson y la republicana Liz Cheney, una de las pocas voces críticas con Trump en su partido- el presidente-electo dijo que «deberían ir a la cárcel». Dijo que no instruirá a sus nominados para fiscal general y para director del FBI -Pam Bondi y Kash Patel, respectivamente- a que lo hagan, pero ambas figuras son de la máxima lealtad a Trump y están entre quienes han defendido que hay que ir a por quienes fueron contra el ganador de la elección. Trump fue más conciliador con Biden. Preguntado sobre si irá contra él, se limitó a decir: «No quiero mirar al pasado. Lo que quiero es que nuestro país sea exitoso. La venganza será a través del éxito».

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web