El designado por Donald Trump para dirigir el FBI es el autor de una lista de presuntos miembros de una supuesta red clandestina dentro del Gobierno de Estados Unidos que busca erradicar. Ha prometido tomar represalias contra funcionarios y periodistas críticos con Trump y ha planteado convertir la sede central de esa agencia policial en un museo dedicado a exponer los abusos atribuidos a esta red de influencia.Kash Patel , cuya confirmación depende del Senado, encabeza una lista de nombramientos altamente controvertidos por parte de Donald Trump. Entre ellos figuran su consuegro, Charles Kushner , como embajador en Francia; el reconocido antivacunas Robert Kennedy Jr. como secretario de Salud, y Pete Hegseth , un militar de élite acusado de agresión sexual, como secretario de Defensa.Para Trump y sus aliados, que asumirán el control del gobierno federal en enero, las críticas hacia sus nominados no son más que exageraciones y ataques infundados destinados a obstaculizar su mandato. El presidente electo ha instado a su partido a aprobar rápidamente y sin demasiadas objeciones a sus designados, entre los que también se encuentran figuras respetadas y con respaldo bipartidista, como el senador Marco Rubio , para secretario de Estado; y el financiero Scott Bessent , para secretario del Tesoro.Noticia Relacionada estandar Si Trump se inclina por obligar a los ucranianos a hacer concesiones David Alandete | Corresponsal en Washington El presidente electo de EE.UU. elige a un general retirado para negociar el final de la guerra entre Rusia y UcraniaLo que queda claro tras estos últimos anuncios es que Trump ya no busca consensos como en su primer mandato. En aquel entonces, se rodeó de altos funcionarios propuestos por el Partido Republicano, intentando construir equilibrios con generales retirados de renombre como John Kelly o H.R. McMaster , establecer alianzas con respetados financieros como Gary Cohn y asegurar apoyo político con figuras republicanas como el senador Jeff Sessions .El primer mandato de Trump estuvo marcado por una constante rotación de cargos, con despidos y dimisiones, muchos de ellos anunciados a través de redes sociales. Incluso figuras emblemáticas del Partido Republicano, como su vicepresidente Mike Pence , el fiscal general Sessions o su asesor de seguridad nacional John Bolton, terminaron enfrentados con él, acusándolo de autoritarismo. Trump, por su parte, los calificó de desleales y prometió durante su campaña que, de regresar al poder, su gabinete no sería republicano, sino plenamente trumpista.En este retorno al poder, todos los designados para el gabinete y otros altos cargos comparten un denominador común: una lealtad inquebrantable a Trump, incluso en sus momentos más difíciles, como su salida de la Casa Blanca tras los disturbios en el Capitolio y su segundo juicio político.Banderas en apoyo del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ondean cerca del Club Mar-a-Lago AFPA por los enemigosPocos ejemplifican esta fidelidad como Patel, el elegido para dirigir el FBI, un abogado que se unió al gobierno en 2019, desempeñándose en el Consejo de Seguridad Nacional y el Pentágono. Tras la derrota de Trump en 2020, Patel publicó un libro titulado \'Gángsters gubernamentales\', en el que denuncia la existencia de una supuesta burocracia secreta que, según él, socava la democracia. En ese incendiario tratado, Patel se compromete a identificar y eliminar a estos enemigos dentro del gobierno para devolverle el poder al pueblo. Es improbable que la presión para que Trump prescinda de Patel lo lleve a reconsiderar su elección. Ya ha tenido que renunciar a su primera opción para fiscal general, el diputado Matt Gaetz , quien está siendo investigado por presunta trata de menores, cargos que él niega. Su sustituta, y superior de Patel si es confirmada, es Pam Bondi , exfiscal general de Florida, conocida por respaldar las infundadas denuncias de fraude electoral de Trump en 2020. Ningún tribunal que ha examinado las alegaciones de Trump y sus partidarios ha encontrado indicios de tal fraude.La resistencia que surgió en 2016 tras la inesperada victoria de Trump no parece estar especialmente activa frente a estos nombramientos. Las críticas más contundentes provienen de antiguos colaboradores de Trump que han caído en desgracia, como Bolton, quien fue su consejero de seguridad nacional. Este domingo, este comparó a Patel con Lavrenti Beria, uno de los más temidos y brutales jefes de la policía secreta soviética, designado por Joseph Stalin.En esta segunda tanda de nombramientos para una nueva Administración Trump, hay un cambio notable: su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner han quedado en un segundo plano. Ambos desempeñaron un papel central en su primer mandato como asesores presidenciales no remunerados. Durante su tiempo en la Casa Blanca, protagonizaron una guerra abierta con algunos de los asesores más polémicos de Trump, como Steve Bannon , quien ocupó el cargo de estratega jefe. En esta etapa, tanto Ivanka como Jared están ausentes.Sin embargo, Trump ha designado a su consuegro, Charles Kushner , como embajador en París, un puesto diplomático de gran importancia debido al peso estratégico de Francia en Europa y en la OTAN. Kushner, condenado en 2005 por evasión fiscal y manipulación de testigos, fue indultado por Trump en sus últimas jornadas en la Casa Blanca, en 2020. Este nombramiento subraya la preferencia del presidente electo por su círculo cercano de confianza.Algunas nominaciones sorprenden, no por los apellidos, sino por su origen. El presidente electo se está rodeando de muchos políticos de Florida, estado al que trasladó su residencia oficial desde Nueva York en 2019 y que nunca antes había contado con un presidente en la Casa Blanca.Elon Musk habla con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y sus invitados en una presentación del lanzamiento del sexto vuelo de prueba del cohete Starship de SpaceX el 19 de noviembre de 2024 en Brownsville, Texas AFPFlorida al poderEntre estos nombramientos destaca el del sheriff Chad Chronister , del condado de Hillsborough, como próximo administrador de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, la afamada DEA. Chronister, con más de 30 años de experiencia policial, ha sido reconocido por su mano dura en la región de Tampa Bay. Trump ha señalado que trabajará estrechamente con la fiscal general designada, Bondi, para «reforzar la seguridad fronteriza, combatir el tráfico de fentanilo y otras sustancias ilegales, y salvar vidas». Esta elección subraya la prioridad de la administración entrante de cortar de raíz el tráfico de fentanilo, una crisis que provoca alrededor de 70.000 muertes por sobredosis cada año en EE.UU.Si se suma a estas designaciones la de Kristi Noem , gobernadora de Dakota del Sur, como secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, junto con el nombramiento del multimillonario Elon Musk para supervisar recortes en el gasto público, el equipo de Trump se perfila como uno de los más disruptivos y heterodoxos en la historia reciente de EE.UU.. El presidente ha reiterado su intención de «drenar el pantano», una frase emblemática de su campaña que alude a eliminar la corrupción y las prácticas arraigadas en el gobierno de Washington. (La capital, cabe recordar, fue construida en una zona originalmente pantanosa cerca de la plantación del primer presidente, George Washington, en Virginia).A la inmensa mayoría de los integrantes del gabinete y los embajadores los debe confirmar el Senado. Y ese no será un trámite del todo fácil para Trump, pues aún hay algunos senadores centristas que se resisten a militar plenamente en el trumpismo, como las senadoras de Alaska Lisa Murkowski o de Maine Susan Collins . Por eso, Trump podría recurrir a nombramientos en un receso del Capitolio para instalar temporalmente a sus elegidos sin necesidad de la aprobación del Senado. Este mecanismo, aunque permitido constitucionalmente, solo es válido si el Senado está en un receso de al menos 10 días, según un fallo del Tribunal Supremo de 2014. Si el Senado no se declara en receso, Trump podría intentar invocar una cláusula constitucional nunca antes utilizada que le permitiría forzar la suspensión del Senado. Esta maniobra abriría un conflicto político y legal, que podría llegar hasta el Tribunal Supremo, cuyo actual perfil conservador podría jugar un papel clave en la resolución de la disputa. Trump ha nombrado a tres de sus nueve integrantes.