Son nuestras decisiones las que nos hacen ser quienes somos.
La decisión es una insatisfacción inspiradora; son una llave en base un compromiso, tomando desafíos buscando un resultado.
Las decisiones son llaves por que abren puertas, y nos permiten entrar en un espacio que puede ser una fuente de posibilidades inimaginables. Esta llave nunca entrará en una cerradura si antes no creamos primero la llave, siendo el lave nuestra decisión.
No basta con tomar una decisión, es necesario asumir también un compromiso, ser responsables, actuar en consecuencia con coherencia sobre esa decisión contraída. El compromiso no admite mediocridad o medias tintas.
Con frecuencia pasa que, frente a una decisión, la vida con sus circunstancias nos pone a prueba para verificar, validar y reforzar el nivel de compromiso con aquello que hemos decidido, para de este modo perseverar y ser persistentes con esa decisión.
El compromiso entiende de dificultades, este siempre busca resultados; no entiende de escusas o justificaciones y no acepta los mil y un argumentos evasivos.
¿Cuál es tu nivel de compromiso con eso que has decidido?
Las decisiones marcan la diferencia en nuestra vida, porque nuestras decisiones nos construyen o destruyen.
Dónde y cómo estamos hoy es fruto de nuestras decisiones; si no apruebas o no te gusta la vida que llevas, como te estas sintiendo o viviendo, revisa lo que estas decidiendo.
El doctor Víctor Frankl, afirma que en la vida te pueden arrebatar todo, salvo una cosa, la última de las libertades humanas, -que es la capacidad de elegir y decidir- el cómo responder a las circunstancias que te tocan vivir -aquello factico doloroso, adverso, indeseable que sobreviene-.
Por otra parte, el doctor resalta el asumirse, el comprometerse y hacerse responsable de la respuesta que damos a la vida,” a pesar de”; liberados de aquello que nos condiciona y orientados hacia un “para que” a un “propósito superior y trascendente” que tenga peso, le da sentido a nuestra vida haciendo que nuestra existencia valga.
Te regalo dos frases poderosas:
1-Que tu presente y futuro no este condicionado por tu pasado de desesperanza, de soledad, de impotencia, de dolor y sufrimiento etc.
2-Tu fe en el futuro es determinante para tu éxito en el presente.
Varios aspectos a rescatar en estas dos reflexiones. Fundamental es hacer las paces con nuestro pasado, con aquello vivido, analizarlo todo y quedarnos con los aprendizajes útiles, con aquello que multiplica sabiduría y crecimiento de lo que nos toco vivir.
Un pasado ordenado y paz nos permite un aquí y ahora en equilibrio y armónico; el estado de ánimo es importante e influye a la hora de tomar decisiones.
En las decisiones interviene la fe porque elegimos creer, elegimos confiar, creyendo que las cosas irán como creemos y esperamos, esta fe está teñida de voluntad.
Voluntad=hacer que las cosas pasen.
La voluntad es la facultad de disposición para asentir, ordenar, priorizar, decidir la propia conducta a realizar de aquello elegido.
En toda decisión primero surge una idea, un concepto; esto sucede en el plano visible, mental, e intelectual.
Luego en un plano subconsciente no visible e inconsciente están nuestras creencias, ellas nos tienen a nosotros, las creencias son como interpretamos y vemos las cosas, como nos definimos, qué imagen y opinión construimos acerca de nosotros mismos; y estas consideraciones influirán en el logro de nuestra decisión.
Cada vez que surge un desafío en nuestra vida, de manera automática vamos a consultar con la imagen que nos hemos forjado de nosotros mismos.
Si la imagen, la percepción sobre nosotros nos genera confianza, ilusión, haremos frente a los desafíos y adversidades que aparezcan con seguridad y nos mantendremos firmes, creceremos como personas.
Por el contrario, si teniendo todo el potencial, talentos, capacidades, recursos, miro mi imagen y veo en ella una voz del no puedo, no sé, no merezco, no soy lo suficientemente bueno, no valgo, etc. da por hecho que el resultado será en la misma línea de la autoimagen ¡No podrás!
Todo esto sucede en el inconsciente, allí están nuestras creencias que tienen acceso directo a nuestra inteligencia emocional y mental, nuestra memoria, repercutiendo esto en nuestro concepto decidido, acción y resultados.
La capacidad de elegir y decidir nos hace libres.
Para ir cerrando la nota: Cuando las prioridades están claras las decisiones se hacen más fáciles; define tu deseo y enfócate en las posibilidades, jerarquiza las prioridades, cree y confía en tu potencial en tus capacidades, apuesta a tu persona y a poder lograr lo que decides.
Que nadie defina tu potencial, somos más de lo que creemos, pensamos, sentimos y podemos.
Te mando un beso inmenso TG.
IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación- Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.