El Tribunal del Distrito de Pechersk de Kiev impuso dos meses de prisión preventiva sin fianza a Serhii Gnezdilov el pasado 11 de octubre. Este soldado de la 56.ª Brigada Separada de Infantería Motorizada de Mariúpol fue arrestado después de abandonar voluntariamente su pelotón aprovechando un permiso médico. Ahora podría enfrentar hasta 12 años de prisión. «La defensa del Estado es deber de todo ciudadano, pero sin condiciones claras de servicio se convierte en servidumbre. Estoy dispuesto a volver al servicio si el Ministerio de Defensa presenta un proyecto de ley sobre plazos claros», sentenció el militar frente a los jueces. Es la primera vez que un militar hace pública su deserción voluntaria en Ucrania . Gnezdilov avisó de sus intenciones en sus redes sociales denunciando que todavía no se había establecido legalmente la duración total del servicio militar y la corrupción en el proceso de movilización. Su caso desató el debate en Ucrania y puso el foco sobre el problema de deserciones dentro de las filas del Ejército de Zelenski .Fenómeno de masasUn amplio informe del medio \'Ukrainska Pravda\' señala que el problema de las deserciones es un «un fenómeno de masas, que se mide en decenas de miles». Los datos aportados por la Fiscalía General de Ucrania a ese periódico cifran en 59.606 los casos penales abiertos por «desmovilizaciones voluntarias» y en 29.521 delitos por deserción desde 2022. El código penal ucraniano tipifica de manera diferente el abandono de la unidad militar. Si se trata de una ausencia temporal de más de tres días sin el permiso de los oficiales, las penas de prisión pueden durar de 5 a 10 años. Pero cuando el soldado abandona su brigada con intención de no volver, las condenas pueden llegar a los 12 años de cárcel.Noticia Relacionada estandar No Zelenski presenta su esperado Plan de la Victoria: acercarse a la OTAN y llevar la guerra a Rusia Miriam González | Corresponsal en KievEl grueso de las deserciones se ha multiplicado durante este año. «Entre enero y septiembre de 2024 se registraron tres veces más casos de SZH (desmovilización voluntaria) y casi cuatro veces más deserciones que en el mismo período del año pasado». La tendencia es preocupante y, sin embargo, por el momento el Ministerio de Defensa no ha realizado ningún comentario. Las Fuerzas Armadas de Ucrania necesitan más hombres y la campaña de alistamiento arrecia. Durante las últimas semanas miembros de los Centros de Reclutamiento se personaron en discotecas, conciertos, restaurantes o gimnasios de varias ciudades de Ucrania para comprobar los documentos militares de los varones. Hubo detenciones y entrega de citaciones. Según Roman Kostenko, secretario del comité de defensa nacional de la Rada Suprema, Kiev espera alistar a 200.000 soldados adicionales antes de que acabe el año. El problema es que los movilizados no cuentan con la motivación suficiente para mantenerse en la lucha y son los más propensos a caer en la «desmovilización voluntaria». Otro de los motivos que puede incentivar el abandono de la unidad militar es la sensación de injusticia que crece entre los defensores. «Los chicos me dicen: \'Me voy de vacaciones. Paso por bares, cafeterías, restaurantes, todos están llenos. ¿Por qué carajo morimos nosotros en el frente y todos los demás se sientan en las tabernas\'\'», relata a \'Ukrainska Pravda\' el psicólogo militar Oleksiy Faldach. Muchos militares se quejan también de las escasas rotaciones y su corta duración. Faldach denuncia, además, las malas condiciones que hay en algunos lugares destinados a la rehabilitación de los soldados. Cansancio en las filasLa mayoría de los militares que sostienen el esfuerzo bélico han estado desplegados en el frente desde el inicio de la invasión en febrero de 2022. El cansancio reina entre las filas. Muchos de ellos eran simples civiles que decidieron tomar las armas de forma voluntaria. Pero con el paso del tiempo los ciudadanos dispuestos a defender las trincheras ucranianas han descendido. Los que siguen en el frente no saben cuanto tiempo más tendrán que sostener la defensa de su país. Y esta complicada cuestión incentiva las deserciones. La ley de movilización aprobada por el parlamento ucraniano en abril no ha establecido plazos claros sobre el fin del servicio militar. La disposición que hacía referencia a esto establecía un máximo de 36 meses, pero fue retirada tras una petición del Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas, Oleksandr Sirsky. El proyecto de ley sobre desmovilización quedó pausado entonces. Sin embargo, se esperaba que estuviese redactado a finales de este año. Algo que no tiene visos de suceder. El presidente de la Rada Suprema, Ruslan Stefanchuk, dijo que retirar del servicio a los militares que han estado en la guerra desde hace casi tres años «colapsaría ciertas secciones del frente ucraniano». Hasta nuevo aviso, los defensores ucranianos solo podrán disfrutar de períodos de rotación y vacaciones.