Con el objetivo de facilitar las tareas habituales a personas con discapacidad o adultos mayores, un joven ideó un robot recolector de basura. Se trata de Franco Álvarez, de 4 año del Ciclo Superior de la Escuela Técnica Fray Luis Beltrán, quien en sus tiempos libres participa de un Club de Robótica que funciona en la institución.
Su idea fue crear un dispositivo que evite que las personas se agachen, «también sirve para personas que no se pueden mover y pueda facilitar a obtener sus medicamentos», explicó el estudiante en diálogo con EL LIBERTADOR.
El proyecto surgió en el marco de una iniciativa de propuestas para una Ciudad Inteligente, explicó a EL LIBERTADOR el coordinador general del Club de Robótica e Innovación, profesor Germán Soto, quien comparte el espacio con los docentes: Gustavo Fleitas, Walter Bress y Fernando Álvarez.
«Al club los chicos van en contraturno, fuera de sus horarios de clases de teoría y taller, en su tiempo libre y bueno, se creó ese espacio para que ellos puedan aprender todo lo que tenga que ver con las nuevas tecnologías digitales, la educación 4.0 y la parte robótica, de impresión 3D, en fin, varias cosas», manifestó.
Señaló que comenzó a funcionar el año pasado con 10 integrantes y ahora ya son casi 40 estudiantes.
«El año pasado había ganado un premio de líder educativo innovador en medio del siglo 21 y cuatro kits de robótica y los doné para el club y bueno a partir de ahí empezamos a trabajar con un grupo de chicos», señaló.
Así surgió como desafío cuestiones relacionados a una ciudad inteligente donde surgieron distintas iniciativas creativas, donde una de ellas es la del robot recolector de basura que combina la inclusión y la utilización de tecnologías.
INTERÉS
«La verdad que a mí me sorprendió mucho cómo se involucraron mucho con las problemáticas sociales. Ellos van aprendiendo en la medida que van trabajando con sus proyectos, ellos tienen la noción de un conjunto», indicó.
Continuó resaltando: «Yo les digo que tienen que situarse en que son los futuros hacedores de la ciudad, ya sea como, ciudadanos, como miembros de ONG o posibles funcionarios. Les digo que tienen que entrenarse con esa realidad».
Finalmente, el docente valoró la predisposición de los jóvenes de utilizar su tiempo libre para que crezcan sus conocimientos como también destacó su compromiso con la realidad.
Donación para la innovación
El profesor agradeció a la gente que donó insumos para impresión 3D, el filamento: «Nos dieron también unas tabletas y un celular para que los chicos tengan elementos, porque la mayoría no dispone de recursos para eso. No le podemos enseñar 3D si no tenemos insumos. Entonces, bueno, la escuela provee lo necesario, lo que se puede, pero para que ellos puedan crecer necesitan más, y bueno, estamos abiertos a recibir colaboraciones».
Anteriormente, el profesor Soto donó el kit de robótica Smart Team de la plataforma Edukabot, con elementos que están empezando a explorar.