Amanda, que junto a su esposo Phil, estaban ansiosos por la llegada de su bebé y llegó el día de la sesión de fotos de maternidad.
Ambos le habían pedido a su fotógrafa, Kristen Zaffiro, que incluyera en las fotos a todos sus caballos, porque ellos son parte de la familia. Sin embargo, nunca pensaron que Buckshot, uno de sus caballos, posara de forma tan divertida y se convirtiera en la atracción principal de las fotos.
Al parecer, Buckshot sabía muy bien lo que estaba haciendo, y decidió mejorar la sesión fotográfica de sus amigos.