En 2004 se estrenó la película "Un día sin mexicanos", dirigida por Sergio Arau. Es una parodia que juega con la desaparición de todos los mexicanos en el estado de California, donde son casi un tercio de la población en ese terrotorio anexado por Estados Unidos en 1848 y a pesar de que se ocupan de la mayoría de los trabajos que los estadounidenses no quieren o no saben hacer y sin los cuales no pueden sobrevivir son maltratados e injuriados por aquellos que administran su producción. La película retrata el caos en el que quedaba sumido uno de los estados más ricos de los Estados Unidos sin el aporte de los mexicanos. Un día sin mexicanos.
Poco después de la anexión de California por los Estados Unidos, en 1853, en la otra punta del continente las provincias del Río de la Plata firmaban una Constitución con, según su preámbulo, "el objeto de constituir la unión nacional". Tras varias décadas de guerras civiles, la Argentina entró al siglo XX como un país único, federal, con conflictos permanentes entre provincias y Gobierno nacional pero con pactos que, con sus tensiones, mantuvieron esa "unión nacional". Javier Milei, con su ataque a las provincias en franca violación a las leyes construidas en esa tensión Nación-provincias, genera un clima de disolución nacional inédito, donde ya algunos gobernadores contraatacan con un argumento más que válido: si el gobierno nacional no cumple con su parte ellos no aportarán lo que producen y cuyo rédito administra el Estado central y está obligado por ley a repartirlo. Un día sin las provincias. La película de ese caos se hace sola.
Milei festejó un falso superávit en enero. Falso porque, tal como informó la Oficina de Presupuesto del Congreso, lo logró al costo de una reducción real del 32% en jubilaciónes y pensiones, del 59% en programas sociales como el Potenciar Trabajo y las Becas Progresar, del 18% en los salarios de los tres poderes del Estado, del 75% en obra pública y equipamiento (incluido el recorte en el Conectar Igualdad), del 17% en Asignaciones Familiares, del 16% en transferencias a universidades. Y, por si fuera poco, de un recorte del 53% en las transferencias a las provincias.
Vale aclarar: lo que no recortó fueron los pagos de deuda, que crecieron un 139% y, por el calendario de vencimientos, llevan una ejecución del 54% de todo lo que estaba previsto para el 2024. El gobierno que suspendió el envío de alimentos a comedores de los que dependen 10 millones de personas con el argumento de que había alguna irregularidad en ese entramado que garantiza el derecho a comer paga sin dudar cualquier interés de deuda, aún la contraída al margen de la ley. Prioridades.
Retomando, el dato del recorte de transferencias a provincias es clave. Milei dispuso además el cese del envío de fondos de subsidios para el transporte y del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID). Uno impacta sobre los boletos de todo el país, otro sobre los salarios de los maestros. Y ambos les corresponden a las provincias por ley.
"Las provincias unidas del sur" se titula el documento que firmaron ayer los gobernadores Ignacio Torres de Chubut, Gustavo Melella de Tierra del Fuego, Claudio Vidal de Santa Cruz, Sergio Ziliotto de La Pampa, Rolando Figueroa de Neuquén y Alberto Weretilneck de Rio Negro. Los mandatarios juegan con su alusión a la letra del himno nacional, que se refiere a todo el país. Pero en el texto del documento dicen que la unidad del himno no será a cualquier precio y esa unidad es en realidad de los gobernadores frente al presidente Milei, frente al Estado Nacional y a un gobierno, el de Milei, que genera a propósito un clima de disolución nacional.
Los gobernadores recuerdan que "las provincias son preexistentes a la Nación", que "nadie puede someterlas ni extorsionarlas con amenazas de restricción de fondos públicos", que "los gobernadores no son empleados del Poder Ejecutivo Nacional", que "sus mandatos surgen del pueblo de sus provincias y tienen la obligación de defender sus intereses".
El eje del comunicado es la provincia de Chubut que, dice el texto, "está padeciendo las represalias que se anunciaron luego de que cayera el tratamiento de la Ley Ómnibus". El escrito que firmaron los gobernadores sureños revela que "el ministerio de Economía de la Nación le retuvo ilegalmente $13.500 millones; más de un tercio de su coparticipación mensual" y que esto "es una acción criminal que persigue el objetivo deliberado de hacer sufrir a sus habitantes". El documento también recuerda que esta retención decidida por Milei es ilegal ya que retuvo "recursos procedentes del impuesto a los combustibles y tienen una asignación específica" por ley.
Como si estuviéramos de nuevo en el siglo XIX, estos 6 gobernadores del sur escribieron: "no aceptamos patrones de estancia ni el unitarismo de quienes se creen que van a poder pisotear a las provincias", que las decisiones de Milei son "una medida extensiva y disolutoria del sistema federal" y que "ningún gobernador lo va a consentir ni permitir porque se juega la existencia misma de la República Argentina".
La reacción del resto de los gobernadores del país revela que creen que Milei efectivamente puede llevar al país a la disolución nacional, aunque sea de hecho. No fueron sólo 6 gobernadores que, vale recalcar, no pertenecen todos a la misma fuerza política. A los pocos minutos llegó el apoyo del gobernador bonaerense Axel Kicillof, que dijo: "Nuestra solidaridad con el pueblo de Chubut. Todas las provincias estamos siendo sometidas a esta 'extorsión' y el recorte de fondos. No es, como sostiene Milei, contra los gobernadores sino contra los pueblos de las provincias". Kicillof ya lo había advertido hace unas semanas, cuando afirmó: "Milei plantea la disolución nacional, una ley de la selva".
Se sumó al respaldo el gobernador de Córdoba Martín Llaryora, que tuiteó: "Desde el corazón de la Argentina, mi solidaridad con el reclamo federal de los gobernadores patagónicos. El país necesita diálogo, consensos y respeto para salir de esta tremenda crisis". El mismo camino siguió Ricardo Quintela desde La Rioja, que escribió "mi solidaridad con él (Torres) y con el pueblo chubutense, que al igual que La Rioja está sufriendo injustamente la retención ilegal de los fondos que le pertenecen legítimamente y que están establecidos por ley". Desde Formosa Gildo Insfrán envió su apoyo, advirtió que "sin federalismo no existe la República Argentina como tal" y agregó: "Ningún superávit es sustentable si se logra a fuerza a incumplir obligaciones legales para con el pueblo y las provincias".Gerardo Zamora desde Santiago del Estero, también apoyó el reclamo y remató: "Sin federalismo no hay país".
La cosa siguió: minutos después apareció un comunicado de 9 gobernadores de Juntos por el Cambio que manifestaron "su total respaldo y apoyo al gobernador de Chubut Ignacion Torres". Firmaron Leandro Zdero de Chaco, Gustavo Valdés de Corrientes, Rogelio Frigerio de Entre Ríos, Carlos Sadir de Jujuy, Alfredo Cornejo de Mendoza, Marcelo Orrego de San Juan, Claudio Poggi de San Luis, Maximiliano Pullaro de Santa Fe y el jefe de gobierno porteño Jorge Macri. Y hasta el gobernador Raúl Jalil dijo que "Catamarca también considera que las Provincias son preexistentes. Es por las Provincias que se formó la Nación y son sus recursos los que la Nación recibe y administra".
Milei tiene en contra a todos los gobernadores del país, que salieron en apoyo a un comunicado con un párrafo clave. Dice: "Si el Ministerio de Economía no le entrega a Chubut sus recursos, entonces Chubut no entregará su petróleo y gas". El texto escrito demuestra que la advertencia del propio gobernador Torres, cuando dijo en un acto "si no nos quitan la pata de encima no va a salir más un barril de petróleo de Chubut para la Argentina, y ahí quiero ver si son tan guapos", no fue un exabrupto sino algo pensado. Y ahora tiene el apoyo de todos los gobernadores.
Milei no tardó en contestar. En realidad no él, sino la "Oficina del Presidente", una despersonalización que remarca su intención de quebrar el diálogo federal. En un comunicado dijo que "de ninguna manera el Poder Ejecutivo Nacional contribuirá al financiamiento del despilfarro de las provincias que se niegan a bajar gastos innecesarios" y dijo que "si a los gobernadores no les alcanza la plata deberán reducir drásticamente el gasto público como lo está haciendo el Gobierno nacional". Se refiere al falso superavit que celebra, basado en los recortes de derechos y, justamente, de las transferencias a las provincias.
"La Oficina del Presidente lamenta que el gobernador Torres se niegue a entender que no hay plata", dice el comunicado del gobierno, que otra vez soslaya que ese falso superávit no tocó un centavo de los pagos de deuda. Y critica que el gobernador de Chubut "se lance a emitir una amenaza de carácter chavista respaldada por Axel Kicillof y el resto de los gobernadores, que expresaron su acuerdo con el avance sobre la propiedad privada y la expropiación de empresas que necesariamente implica dicha amenaza".
"Proceda con su amenaza de inmediato y hágase cargo de las consecuencias en la Justicia", dice el texto de la Oficina del Presidente. Milei agarró su teléfono, compartió algunas repercusiones en Twitter y escribió: "Nunca pensé en mi vida que tendría tantas alegrías juntas con el Principio de Revelación... Además, ver como toda la casta que le ha arruinado la vida a los argentinos de bien se juntan todos para defender sus obscenos privilegios con un pobreza por las nubes me da asco". Para Milei, el "principio de revelación" es que todos los que no cumplen sus órdenes están en contra de mejorarle la vida a los argentinos. La falacia es que hacerle caso es ser cómplice del caos planificado, de la miseria programada. Los gobernadores de todo el arco político no parecen dispuestos a eso. Milei también compartió un posteo de su propagandista oficial Santiago Oría donde el presidente está flanqueado por militares enfierrados y el texto amenaza: "No procedan por vías de hecho contra el Presidente que les va a ir muy mal". La disolución nacional deja de ser una entelequia.
Entre Chubut, Neuquén, Santa Cruz y Mendoza concentran el 92,6% de la producción de petróleo y el 80,2% de la producción de gas en Argentina, según datos de la Secretaría de Energía. Chubut sola el 21,5% del petróleo; Neuquén con el 51,5% y Santa Cruz con el 10,8% de la producción de petróleo también firmaron el comunicado donde Chubut dice que no enviará petróleo si no recibe los fondos que les corresponden. Parece indicar que están de acuerdo con ese camino. ¿Puede Milei gobernar sin el 92,6% del petróleo del país? ¿Sin el gas, que se usa además como combustible para generar electricidad para todo el país?
Energía e hidrocarburos desde el sur, minería y vino desde cuyo, soja, maíz y trigo desde el centro, litio del nortoeste, industria y campo en territorio bonaerense: ¿que produce la Nación? ¿Puede subsistir sin las provincias?
Milei también quiere vaciar el INCAA, promotor fundamental del cine argentino. ¿Querrá evitar una película que se llame "Un día sin provincias" y demuestre el ridículo de que desde el habitante circunstancial de la Casa Rosada crea que puede vivir sin ellas? Si sigue este camino la película se va a hacer sola. Pero no va a ser ficción, sino una realidad de disolución nacional.