Tres efectivos hacían patrullaje para prevenir delitos. En una esquina, detrás del cementerio San Juan Bautista, había unos ocho jóvenes, quienes al verlos pasar comenzaron a dispararles a mansalva. También lanzaron botellas y piedras. Un cabo sintió un impacto en el pecho. Lo salvó el chaleco antibalas.
Tres efectivos de la Policía de Corrientes fueron atacados a balazos, botellazos y cascotazos ayer a la madrugada por parte de una patota, atrás del cementerio San Juan Bautista. Uno de los agentes sintió el impacto de un proyectil en el pecho pero lo salvó el chaleco antibalas.
El dramático acto de agresión sucedió alrededor de la 1:30, próximo a la esquina de las calles Montes de Oca y Viamonte, arterias que rodean el camposanto del barrio Virgen de los Dolores.
Los sospechosos serían jóvenes habitantes de esa populosa barriada, quienes poco antes del tiroteo se tomaron fotografías portando armas de grueso calibre.
Una patrulla del Grupo de Intervención Rápida (GIR), cuya base está ubicada a unas pocas cuadras, en el destacamento reinaugurado hace casi tres semanas, realizaba recorridas en prevención de delitos.
Los policías, en dos motocicletas, circulaban a baja velocidad cuando desde un sector oscuro en el que estaba una pandilla de aproximadamente ocho sujetos comenzaron a escucharse las detonaciones.
Superados en número y sorprendidos ante semejante ataque los efectivos hicieron maniobras para protegerse mientras solicitaban apoyo urgente.
Entre medio de escaramuzas los agresores alcanzaron a lanzar botellas y piedras. Luego corrieron hacia la zona de la ribera del río Paraná.
A pesar de la ayuda de móviles de otras reparticiones no pudieron dar con los pistoleros. Todos aprovecharon lo dificultoso del terreno, la oscuridad y el conocimiento de cada uno de los senderos y pasillos.
Después de la adrenalina del momento un cabo del GIR, quien había sentido algo en la zona del pecho, notó que su chaleco antibalas estaba parcialmente perforado, por lo que sería un proyectil de arma de fuego.
Más tarde ocurrió una nueva pelea entre dos bandos rivales de esa populosa barriada. Se trata de un viejo problema entre distintos sujetos con antecedentes penales, algunos de los cuales a lo largo de los últimos años resultaron baleados o apuñalados. La mayoría de tales “batallas” tuvieron como escenario a una pequeña cancha de fútbol. Epoca