La nieve sorprendió al joven de 29 años cuando se dirigía al refugio Frey, uno de los más populares de Bariloche. Hallaron su cuerpo a 100 metros del destino.


Después de 14 horas de búsqueda los rescatistas del Parque Nacional Nahuel Huapi de Río Negro localizaron el jueves de esta semana el cuerpo de Manuel Benítez, quien había desaparecido el martes pasado cuando lo sorprendió la nieve mientras se dirigía al refugio Frey, uno de los más concurridos de Bariloche.


Benítez, de 29 años, era un refugiero oriundo de Bariloche "que no tenía mucha experiencia", según Claudio Fidani, integrante del equipo de rescate del Club Andino. Probablemente el hombre quedó varado camino al refugio durante una de las tormentas con nieve registradas esta semana.


El cuerpo de Benítez fue encontrado bajo un metro de nieve a sólo 5 metros del sendero, y a 100 de donde se encuentra el refugio.


"Entiendo que la tormenta lo sorprendió. No es habitual en esta época del año y este tipo de nevadas tempranas, inesperadas, provocan este tipo de caos. Te toman desprevenido. A eso sumale el viento blanco y un tipo de nieve pesada y húmeda que se adhiere al calzado y torna más dificultoso el andar", dijo Fidani según el diario Clarín.



Mientras turistas y residentes se sacaban fotos en distintos puntos de Río Negro tras las nevadas otoñales, pero camino al Frey Benítez tenía otro panorama afectado por la hipotermia.


"Un cuadro de hipotermia como el que tenía Manuel provoca desorientación, poca lucidez, imposible pensar con claridad y un llamativo calor, que induce a la persona a sacarse la ropa. Al muchacho se lo encontró con poca ropa y seguramente extenuado fue dejando primero los bastones, que son fundamentales, y luego la mochila", intentó reconstruir Fidani, un refugiero de 60 años que trabaja en el Jakob y participó de la búsqueda junto a 50 rescatistas.



"Imaginate que lo encontramos un metro bajo nieve, es nada, pero no pudo llegar", agregó.


Para Fidani Benítez "llegó debilitado y deshidratado" al punto donde lo hallaron y por eso "se desvaneció muy cerca del refugio".



"Encontramos primero los bastones a un kilómetro del refugio, y unos 200 metros más allá, la mochila, lo que nos permitió focalizar la búsqueda en una zona delimitada", recordó el refugiero.