Corrientes cerró un mes de 30 días con 139 muertos y en el primero de mayo registró cuatro muertos por Coronavirus. Está claro que estamos ante el impacto más duro de la segunda ola. Hay, sin embargo, como una sensación en líneas generales de que la gravedad no es tal. El Estado correntino, sus representantes en el Poder Ejecutivo, como lo hacen desde el año pasado no adhieren a las medidas de restricción nacionales para bajar la circulación. Incluso siguen permitidas actividades que no se entienden como ser las carreras cuadreras, sólo por dar un ejemplo.
El mensaje ambivalente que por un lado está todo bien y por otro, los números de la cantidad de personas fallecidas en un mes, exhiben lo peligroso de la falta de uniformidad en la toma de decisiones.
No hay nada peor que en un contexto como este la ciudadanía y las autoridades provinciales lleguen al estado acostumbramiento, que los fallecidos e internados de Covid-19 sean solamente números.
Hay que sumar estas cuestiones el cansancio de nuestro personal médico, muchos han contraído el virus y otros tanto han entregado lo más sagrado, la vida, en la lucha contra el virus. A ellos la mejor manera de homenajearlos es atendiendo las recomendaciones que nos dan a diario. Son ellos los verdaderos héroes de todo este drama que lleva más de un año y aún no sabemos cuándo ni cómo terminará.
Para finalizar, desearles, a pesar de que haya pasado el día del Trabajador: Que todos tengan bonanza, paz, pan y trabajo. Ahora más, mucho más que antes.