Info General

Un punto de inflexión

Los pueblos atraviesan a lo largo de su historia tiempos de inestabilidad política, que colocan su identidad y cultura en discusión por hechos circunstanciales, temporales, que los conllevan a dudar de su devenir. Esos hechos pueden ser producidos por colonizadores externos u operaciones que ejecutan los propios nativos, en pos de objetivos que responden a intereses ajenos a aquellos que acarician los pueblos.
Así fue desde los inicios mismos de los tiempos, cuando alguien dijo «barco» y otros exclamaron «tierra». Algunos pobladores de estas tierras los recibieron, en México y Perú y sucumbieron, pero otros los enfrentaros y resistieron como en el Río de La Plata los querandíes, que no les creyeron como «dioses».
Esa historia sirve de muestra de los períodos convulsos de nuestra Patria Grande, en dónde los que vivían desde hacía miles de años fueron denominados «bárbaros» y los que llegaron a sangre y fuego se asumieron como «civilización». Ese hilo histórico nos muestra las guerras civiles, siempre empujadas por «embajadas imperiales», en el siglo XlX la inglesa y en el XX y hasta ahora la norteamericana. Fragmentaron balcanizando países, se quedaron con territorios y recursos naturales, dirigieron la política con «mano dura», invadieron 33 veces latinoamérica cuando les fue necesario y aún hoy mantienen las Malvinas como enclave colonial en nuestro país a través de la OTAN.
Pero algunos argentinos se niegan aún hoy a aceptar que la intromisión colonial cultural, económica e institucional ha teñido de dolor el desarrollo de nuestra Patria y que cuando ha intentado construir soberanía junto al Pueblo, la masacre constituyó la herramienta para disciplinar la sublevación popular a la dependencia. Con sólo poner el espejo retrovisor se observa a lo largo de la historia la repetición de estos hechos.
Esas dudas asoman en el horizonte actual, como una disyuntiva de Patria o Colonia, que suele llevarnos a territorios fragmentados de intereses populares comunes, que por acción permanente mediática y política, las nuevas generaciones van naturalizando en una situación dependiente y colonial.
Es en ese camino cuando los dirigentes políticos populares que se van impregnando de las teorías del «consenso», fortalecen en su gestión los resortes estructurales del coloniaje, al no ser capaces de enfrentar las consecuencias de un cambio de timón profundo, que desplace el accionar del poder real económico, al poder permanente del pueblo en sus intereses, construyendo Comunidad Organizada.
La inteligencia de Perón no alcanzó a consolidar un modelo permanente de justicia social, porque fue bombardeado, masacrado su pueblo y exiliado. En cada etapa histórica se repitió la mecánica de guerra que impuso el enemigo. Hoy reconocen a Néstor Kirchner, después de haberlo combatido desde el primer día, como a Lula después haberlo perseguido, encarcelado y denigrado. Así sigue siendo con Cristina y el peronismo por parte de los aliados imperiales que en la Argentina pregonan la sumisión y están dispuestos a entregarla definitivamente.
No hace falta repasar muchos aspectos de la vida nacional para saber quién es quién en ésta historia, pero con sólo mencionar Malvinas, YPF, Aerolíneas Argentinas, Banco Central, el peso argentino, la Patagonia Austral, los recursos naturales, los derechos laborales, los sistemas solidarios, por nombrar sólo algunas cuestiones que están dispuestos a entregar al extranjero, sin beneficio de inventario, con el sólo recibo cipayo de conservar el poder local.
En este punto estamos hoy los argentinos, una disyuntiva de hierro, que nos lleva al camino de la liberación nacional o al fondo de la historia de la dependencia y la claudicación nacional. No podemos confundirnos, ni priorizar otros aspectos personales o sectoriales cuando está en juego la Patria misma. El Pueblo no permitirá una nueva caída ni más represión, abriendo un camino de lucha, en donde la pugna por los modelos se expresará en toda su dimensión.
Un modelo social, productivo, solidario y soberano o un modelo agro exportador extractivista financiero, brutal e inhumano que avasalla los seres humanos y el ambiente, contribuyendo a la dependencia y el calentamiento global. No es grieta, es soberanía o dependencia colonial.
El mundo ha cambiado en una crisis civilizatoria tan profunda como la del llamado «descubrimiento de América», falsedad elaborada por ese coloniaje eurocéntrico que hoy está desapareciendo, difuminado por el corrimiento al Oriente de la mirada e intereses internacionales, emergiendo el mundo Multipolar y aislando al Unipolar imperial y altivo.
No es ajeno a nuestro devenir el acontecer mundial, impacta como la guerra, la crisis bancaria, la sequía, la pandemia en cada accionar de las políticas sociales y económicas. Nuestro país viene resistiendo la embestida, como Latinoamérica que está bajo ataque de esos intereses que, acorralados a nivel mundial se vuelcan con agresividad sobre nuestros pueblos, apoyados en el lacayaje local.
No se trata hoy de vencer electoralmente desde el peronismo o desde el movimiento nacional, sino de volcar la mirada en la defensa irrestricta de la Patria en su integridad Bicontinental, con Antártida e Islas del Atlántico Sur incluidas. Esos patrimonios nacionales junto a la Patagonia Austral están en peligro, y un sector de la política está dispuesto a entregarla.
Por lo tanto, el Pueblo deberá asumir su responsabilidad histórica como en cada momento de la historia nacional. Si dispersa su amor a la Patria dejaremos a las futuras generaciones cada vez más obstáculos para recuperar Soberanía Nacional, restaurar derechos conculcados y una defensa productiva que sea amable con el ambiente, respetando la naturaleza, hoy amenazada.
Patria o Colonia una vez más se inscribe en el firmemente de las luchas populares que deberemos desplegar, para evitar, como nos dijo hace 48 años Perón en Modelo Argentino para un Proyecto Nacional, «el mundo será de los bloques continentales, porque los estados Nación serán débiles ante el ataque del imperialismo». Eso es hoy. –

Autor: Jorge Rachid|

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web