Nacionales

Un triunfo ilógico que ilusiona al pueblo Leproso

Sin jugar bien, la Lepra se quedó con tres puntos vitales para la ilusión de clasificar a la zona de copas continentales, gracias al gol de otro partido de Miljevic, que salvó la ropa en un partido donde no encontró su juego. El Rojinegro aprovechó el penal, en el peor momento del equipo de Lunari y con un golazo, extendió la racha positiva.

Son esos partidos donde no hay explicaciones lógicas, en el juego durante los 90 minutos, Lanús fue más atildado, superior al equipo del parque, pero fue piadoso en los últimos metros y le dio vida a los rosarinos hasta el final.

No hay muchos puntos para destacar en la Lepra, acaso la reacción tras el gol de la visita, que parecía que le estaba dando el golpe de nocaut. Ese penal, polémico contra Juanchón García, que convirtió el Colo Ramírez, le dio el impulso necesario para reacomodarse en el campo.

El empate parecía un resultado puesto, pero el fútbol tiene esos momentos impredecibles, cuando se moría el partido y quedaba la preocupación por el pobre rendimiento del rosarino, apareció Matko Miljevic, que fue noticia durante la semana por un litigio con su exrepresentante, metió un bombazo sensacional, que clavó en el ángulo superior izquierdo e hizo delirar al pueblo Leproso.

Todo lo demás, quedó para la anécdota, porque un triunfo así no se da habitualmente.

El primer tiempo fue apático para Newell’s, parecía partido en la zona media, la zona de volantes estuvo desaparecida, no quitaba y mucho menos generaba, el Rojinegro llegaba por jugadas individuales, principalmente por el sector del pibe Silvetti y nada más.

La imagen futbolística de la Lepra era preocupante, porque quedó a la merced del rival, que tuvo inconvenientes en la definición, porque en el trámite del juego, Lanús fue el amo y señor, de la bocha y el campo.

El Granate tuvo un par de ocasiones muy claras para desnivelar, pero para suerte de los rosarinos, la visita estuvo errática en los metros finales.

El equipo del parque cedió protagonismo y siempre tuvo problemas en el retroceso, fue inexpresivo, sin volumen de juego y caminó por la cornisa.

Para rescatar en el dueño de casa, el pibe Mateo Silvetti, que es el jugador que muestra mayor ambición futbolística, algunos pasajes de la defensa y sin dudas, la figura de Miljevic, que salvó la noche sabatina.

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