La hermana André celebrará su 117 cumpleaños el 11 de febrero. La monja enfermó recientemente de Covid-19 ... ¡y sobrevivió!
En el umbral de su 117 cumpleaños, venció a la Covid-19. ¡Increíble la hermana André! La monja más anciana del mundo, decana de los franceses y europeos, vicedecana de la humanidad, la monja, que vive en el asilo de ancianos Sainte Catherine Labouré en Toulon (Var), dio positivo por Covid-19 el 16 de enero, según Var-Matín.
En principio, podrá apagar sus más de cien velas rodeada de los demás residentes de la casa. Para su cumpleaños, el establecimiento tiene previsto organizar una videoconferencia con su familia.
Después de descubrir la fe de adulta, la monja centenaria, de soltera Lucile Randon, ingresó en las Hijas de la Caridad a la edad de 40 años y se hizo cargo de los niños durante mucho tiempo. ¡Su longevidad es sorprendente!
Una vida larga y plena
Nacida el 11 de febrero de 1904 en Alès, en el Gard, Lucille Randon, se convirtió en 1923 e hizo su catecumenado en el Cenáculo de París, donde recibió el bautismo y la comunión. Después de más de veinte años como institutriz y maestra, en particular con la familia Peugeot, en Versalles, ingresó a los 40 años, en 1944, en la Maison des Filles de la Charité, ubicada en la rue du Bac (París).
Luego elige llamarse André, como su hermano, que trabajó durante casi treinta años en Vichy, en un hospital que atendía a huérfanos y ancianos, y que la acogió cuando era joven. En 1945 partió en misión al hospital de Vichy para atender a cuarenta huérfanos y ancianos, durante 28 años.
“¡Ámate a ti mismo en lugar de odiarte!»
Ciega y ahora en silla de ruedas, la hermana André vive desde 2009 en una residencia de ancianos en Toulon (Var). Siempre ágil, la monja no dudó en dar a los franceses un pequeño consejo sobre cómo vivir más felices: «¡Ámate a ti mismo en lugar de odiarte!».