Política

Una delegación argentina que viajó a Bolivia fue amenazada por un ministro del Gobierno de facto

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Académicos, concejales, dirigentes políticos y sociales fueron interceptados por seguidores de la dictadura en el aeropuerto de Santa Cruz mientras esperaban una escala a La Paz. "En el primer paso en falso que den tratando de hacer terrorismo y sedición se la van a ver con la policía", afirmó el ministro de gobierno Arturo Murillo.

 



La delegación argentina de organizaciones sociales y organismos de derechos humanos apadrinada por el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, que viajó a Bolivia denunció que fueron amedrentados y amenazados por un ministro del gobierno de facto de Jeanine Áñez.

 

La comitiva que ya arribó a La Paz la integran miembros de la APDH, académicos, ex detenidos detenidos desaparecidos, la Correpi, concejales, el sindicalista estatal de ATE Daniel Catalano, el líder de la CTEP Juan Grabois, el secretario de la Asociación Latinoamericana de Derecho Penal y Criminología, el abogado Roberto Carlés, entre otros.

 

“Para ir a La Paz hicieron escala en Santa Cruz y se encontraron con un grupo de los denominados autoconvocados esperando a Juan Grabois, que lo amedrentaron y lo agarraron entre 10 personas. Pudo salir caminando, pero la policía demoró e interrogó durante varias horas de manera hostil a una parte de la delegación, injustificadamente”, detallaron voceros de la CTEP consultados por Ámbito.

 

Grabois denunció fue golpeado por personas que respondían al dirigente ultraconservador Luis Fernando Camacho "ante la complicidad de las fuerzas de Seguridad". El referente social viajó el jueves al país del Altiplano con el objetivo de "hacer un relevamiento de las múltiples violaciones a los derechos humanos que se están produciendo a partir del accionar represivo de la dictadura cívico-militar que hay en Bolivia".

 



"En el Aeropuerto de Santa Cruz de la Sierra había un operativo de las fuerzas de Seguridad y de choque de Camacho. Nos interrogaron y nos hicieron una serie de advertencias sobre lo que podemos decir o no en Bolivia. Luego nos hicieron pasar por un lugar donde había una docena de personas preparadas para insultarnos. Hubo amenazas de muerte, insultos xenofóbicos y homofóbicos", sostuvo el dirigente del Frente de Todos.

 

Grabois denunció que la "agresión estaba organizada", ya que afirmó que "no era gente que estaba de casualidad: sabían nuestros nombres, había cámaras de televisión". "Le pegaron a algunos de los integrantes de la delegación ante la complicidad de las fuerzas de Seguridad. El objetivo era amedrentar, humillar", añadió.

 

Desde la delegación agradecieron la intermediación de un cónsul argentino con inmunidad diplomática, y así lograron seguir viaje a La Paz. En conferencia de prensa confirmaron que continuarán su viaje, que mantendrán reuniones con organismos de DDHH locales, con familiares de víctimas de la dictadura boliviana y denunciantes de las amenazas.

 

Luego de esa conferencia, el ministro de Gobierno boliviano, Arturo Murillo, los amenazó públicamente. “Recomendamos a los extranjeros que están llegando al país como mansas palomitas que anden con cuidado, los estamos mirando, los estamos siguiendo. En el primer paso en falso que den tratando de hacer terrorismo y sedición se la van a ver con la policía”, afirmó el funcionario de facto.

 

Murullo acusó a los argentinos de querer “tratar de incendiar el país” y dijo que “la policía está atenta y tiene orden de no permitir que se dañe al país".

 

 

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