Cada final es un nuevo comienzo.
Despedir el año merece un tiempo de balances personales, es una invitación a cerrar ciclos para poder abrir otro nuevo y es fundamental identificar de dónde vienes, donde estas ahora y hacia dónde quieres ir.
Este paso precisa el compromiso de sumergirse en una responsable, sincera y acertada revisión de los hechos ocurridos durante el año, sacando de la realidad los prejuicios o distorsiones que pudieran existir.
Que los análisis surgidos de esta actividad permitan resignificar lo vivido, resumidamente sería una lectura más optimista como ser el caso de descubrir o encontrar en esas huellas o cicatrices motivos para agradecer, y obtener aprendizajes y lecciones que la vida dejo con las circunstancias que tocaron vivir.
A veces se gana, a veces se pierde, a veces para ganar hay que perder, pero lo importante es aprender tener presente que “El maestro aparece cuando el alumno está preparado”.
Evolucionar en cada momento un poco más, comprendiendo que todo se mueve, que todo va cambiando, que todo invita a transformarnos y a crecer; para lo cual existe una clave en este proceso de balance y de cierre en que lo esencial es “confiar”.
Porque amar es también confiar, confiar en lo factico, confiar en que los acontecimientos que surgen ya sean internos o externos, provocados o impuestos, entender que eso que ocurre nos empuja a crecer, a pasar por el filtro del alma, discernir ecuánimemente, para luego tomar decisiones acertadas y, a su vez, esas conclusiones nos conduzcan a un cierre óptimo de etapas, que permitan dar inicio a nuevos comienzos.
En síntesis, “esto” representa un movimiento vital, una tendencia natural y evolutiva orientada a la vida a “elegir vivir con abundancia”.
En todo esto hay palabras claves: ser consciente, estar despierto, no sobredimensionar ni dramatizar, tener visión en perspectiva y de futuro, saber mirar con el espíritu lo que se ve con los ojos.
Mirar no es ver, mirar es poseer una interpretación acertada, holística, abarcativa, empática, conectada con el todo, quedándose con lo que es de provecho, con lo bueno, con lo que suma o multiplica.
Para tener nuevos ojos y dar lugar a cosas nuevas que nos posicionen en diferentes y mejores lugares ayuda una especie de GPS emocional vivencial: “la consciencia, la intuición, la determinación.
Hacer algo con lo que te pasa de lo que pasa, porque aquello que no se puede medir no se puede mejorar, aquello que no se puede mejorar se deteriora.
Suelo decir que hay que dejar de mascar chicles viejos eternamente; es decir soltar, dejar ir, sacudirse las pulgas, renovarse, recalcular, dar pasos confiados y dejar de lamentarse o quejarse por lo que fue como fue, o por lo que no fue como uno esperaba; anclados en un pasado que ya pasó, porque estar de ese modo roba o consume toda la energía destinada a nuevas posibilidades y a la realización personal y a momentos de dicha y felicidad.
Un nuevo año comienza, es la responsabilidad y tarea de cada quien cerrar el 2022, dando las gracias, haciendo un buen balance y las paces con el pasado, invirtiendo la atención y el tiempo en diseñar un presente que nos ubique en un futuro esperanzador e ilusionante y, éste es el mejor de los momentos para repensar la vida que uno sueña vivir.
Somos un “texto” dentro de un contexto, hay cosas que no podemos cambiar y otras si, mira para adentro, asúmete, hazte cargo de la parte que te toca, de aquello que depende únicamente de vos tomando tu vida en tus manos.
El tiempo que se fue ya se fue, no vuelve, por eso vive cada instante como si fuera el ultimo, para descansar ya tendrás tiempo; observa que tus pensamientos sean consecuentes con tus acciones y emociones, y que los mismos te acerquen exactamente a dónde quieres estar.
Para ir cerrando ¿En definitiva que es la vida, sino aprendizajes tras aprendizajes?
Deseo de corazón que puedas decir que: ”Aprendí que un tropezón no es caída y que este hace fuerte y enseña; que todo en la vida vuelve; que no hay mal que por bien no venga; que con voluntad, dedicación y esfuerzo todo resulta más fácil; que lo más valioso del mundo es la vida misma, la familia, los amigos de verdad, tener un propósito, una razón superior con sentido de trascendencia, que no se llora a quien no te valora, que por más tropezón, caídas, obstáculos o barrera que se interponga en tu camino, el objetivo es levantar la cabeza, sacudirse el polvo, ajustar el propósito en la mira y seguir adelante….porque la vida continua y merece ser vivida”
¡Levantemos nuestras copas y brindemos todos juntos por un Feliz 2023!
Te mando un beso inmenso TG.
IG Tona Galvaliz. FB/LinkedIn. María Antonia Galvaliz. Counselor-Logoterapia-Biodecodificación- Coaching Ontológico y Sistémico- Speaker- PNL- Coaching WingWave- Escritora Columnista- Desarrollo Humano personal y organizacional.