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Una tercera «década perdida» ensombrece el ciclo de izquierda latinoamericano

La ONU ha alertado este verano del riesgo de que América Latina y el Caribe viva los próximos años una tercera «década perdida» , con un crecimiento económico que no vaya mucho más allá del promedio registrado en la previa década (2015-2024) , que con una mejora únicamente del 0,9% del PIB constituyó un tiempo perdido para la región. Se trata de un crecimiento incluso la mitad del que hubo en los años 1980, cuando una importante crisis de deuda llevó a hablar de una primera década perdida.Fueron gobiernos generalmente conservadores los que, mediante duros recortes, sentaron las bases a finales del siglo pasado para la recuperación económica. Castigados por los electores por esas impopulares medidas, dieron paso entonces a la llegada por primera vez de una ola de gobiernos de izquierda (Chávez, Kirchner, Lula, Morales, Correa...), que se beneficiaron de una economía que encontraron adecentada y que pudo aprovechar la expansión motivada por el superciclo de las materias primas, dando lugar a lo que en la región se conoce como «década de oro» (2004-2014). Esa coyuntura de bonanza, que accidentalmente coincidió con el desarrollo del «bolivarianismo», permitió un elevado gasto social y explica el mantenimiento en el poder de esos líderes.Cuando los precios de las materias primas cayeron la situación económica se deterioró y fueron elegidos diversos gobiernos de derecha, pero el Covid y la inflación suscitaron pronto un nuevo ciclo de izquierda (López Obrador y Arce un poco antes, a los que siguieron Boric, Petro, Lula...) Si la reciente «década perdida» socavó las aspiraciones de dirigentes de derecha, en la que hemos entrado (habrá que ver si se completa) los gobernantes de izquierda están viendo mermado el que será su legado, muy limitados en el gasto público debido a altos índices de déficit y deuda.Noticia Relacionada PERFIL estandar Si Diosdado Cabello, el zorro al mando del gallinero en Venezuela Emili J. Blasco El ministro de Interior, Justicia y Paz es uno de los más interesados en mantener el \'statu quo\' del régimen para evitar que se investigue su pasado criminalLula da Silva no dejará probablemente mejor recuerdo que en su anterior paso por la presidencia (2003-2010), cuando el gigante suramericano estaba en un periodo de gran crecimiento. A diferencia de entonces, hoy la deuda pública es veinte puntos porcentuales más alta (alcanza el 86,7% de PIB) y el déficit es más del doble (7,9% del PIB en 2023 y un previsto 6,3% en 2024).Por su parte, en 2023 el Chile de Gabriel Boric únicamente creció un 0,2% del PIB y la Colombia de Petro un 0,6%. En México y Brasil el crecimiento económico fue algo mayor, pero se calcula que en 2025 sea solo del 2,1% y del 1,4%, respectivamente, en parte por afectación de un descenso de la inversión extranjera directa en ambos países . En su último año del sexenio y para afrontar un alto gasto electoral que ha permitido la elección como presidenta de su designada Claudia Sheinbaum , López Obrador habrá situado el déficit público mexicano en 2024 en el 6%, la cifra más alta desde la crisis de la década de 1980 y que llevó a la quiebra de esa nación.Con sus normales matices por países, ese tono económico es general en la región y lastra también a las naciones con gobiernos de derecha, alguna en situación muy delicada como es Argentina. No obstante, dado que el gasto estatal como motor del desarrollo constituye el principal axioma de la izquierda (la derecha pone el acento de la generación de riqueza en la actividad empresarial), gobernar durante un periodo en el que las arcas del estado están vacías constituye todo un «contraciclo» en este momento de mayoría de gobiernos de izquierda en Latinoamérica.

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