Una vez más, a contramano del mundo. La Argentina volvió a quedar nuevamente en el centro de la polémica internacional, luego de ser el único país en votar en contra de una resolución de la ONU para intensificar los esfuerzos en prevenir y eliminar todo tipo de violencia contra mujeres y niñas en entornos digitales.

Es la segunda vez que ocurre tan solo en esta semana, ya que hace dos días fue la única nación entre los 183 miembros de las Naciones Unidas en votar en contra de los derechos de las comunidades indígenas originarias.

Llamativamente, tanto en esta ocasión como en la anterior Argentina votó de forma distinta a Estados Unidos e Israel (quienes se expresaron a favor de ambos proyectos), algo que había desencadenado semanas atrás el despido de Diana Mondino de su cargo de canciller.

Su reemplazante, Gerardo Werthein, aseguró a la hora de asumir que sus votaciones reflejarían la voluntad del presidente, Javier Milei, quien hoy se encuentra de viaje en territorio estadounidense.

En la votación de este jueves, Argentina fue el único de 183 países en votar en contra, mientras que Corea del Norte, Irán, Siria, Burundi, Bielorrusia, Camerún, Libia, Nicaragua, Mali, Niger, Nigeria, Rusia y Senegal se abstuvieron y los 170 restantes votaron a favor.

Ni siquiera Afganistán, uno de los países más criticados del mundo por la vulneración de los derechos de las mujeres, quiso sentarse a votar en contra, y en cambio estuvieron ausentes del recinto.

Algo similar ocurrió en la votación del martes referida a comunidades originarias, donde solo Werthein votó en contra y se abstuvieron Bulgaria, Francia, Laos, Lituania, Mali, Rumania y Eslovaquia.

Estos hechos se dan además en la misma semana en la que Milei decidió retirar a la delegación argentina de la cumbre COP29 de negociaciones para la lucha contra el cambio climático.