En un escenario sanitario cada vez más complejo y en tensión permanente, los profesionales veterinarios estamos llamados a tomar un rol protagónico en la salud pública. La evolución de nuestra profesión es un proceso permanente que requiere compromiso, responsabilidad y entrega.
El 6 de agosto de 1883 abrió sus puertas el Instituto Agronómico Veterinario de Santa Catalina, que fuera la primera escuela de estudios superiores de veterinaria de la República Argentina. Desde entonces, cada año se celebró de manera extraoficial ese día como el Día del Veterinario, a modo de homenaje hacia todas aquellas personas que pusieron en marcha la carrera de Veterinaria en nuestro país. Recién al cumplirse 100 años de este hecho, en 1983, se estableció por decreto que el Día del Veterinario en nuestro país se celebraría cada año el 6 de agosto.
Del último relevamiento realizado por el Ministerio de Educación de la Nación, en el año 2021, se desprende que en Argentina existen más de 20 mil profesionales de la medicina veterinaria, de los cuales 8731 están matriculados en provincia de Buenos Aires, siendo el Colegio que más veterinarios nuclea a nivel nacional.
En una reciente encuesta desarrollada por el Colegio de Veterinarios de la provincia de Buenos Aires, con el objetivo de conocer más sobre el perfil actual de sus matriculados, encontramos que más del 70% de los profesionales se desarrollan en el ámbito privado, y que principalmente se dedican a pequeños animales (más del 60%). Es importante destacar que más del 30% de ellos cuentan con alguna especialización, en su mayoría en anestesiología, cirugía o diagnóstico por imágenes. Sin embargo, resulta interesante ver que el avance de la profesión es tal que también empezamos a encontrar especialistas vinculados a terapia cannábica, homeopatía, terapia neural, nutrición, ozonoterapia, kinesiología, por citar solo algunos ejemplos.
En contrapartida con los profesionales del ámbito privado que mayormente tienen entre 36 y 45 años, quienes se desempeñan en el ámbito público tienen entre 46 y 55 años, es decir, hay un corrimiento de la actividad privada hacia la pública a medida que se eleva la edad profesional. En cuanto a las actividades más practicadas en este sector se destaca la función pública, comprendida por las ramas más populares como salud pública, inocuidad alimentaria y pequeños animales.
A tono con la evolución de la profesión, nuestro Colegio se encuentra trabajando en la modificación de su ley orgánica incluyendo cuestiones vinculadas a normativa sobre maltrato animal, promoción de prácticas sustentables y respetuosas del medio ambiente y definición y ampliación de sus incumbencias profesionales, etc.
En esta fecha queremos enfatizar la importancia y crecimiento que ha tenido la profesión gracias al esfuerzo de todos los veterinarios que con pasión y compromiso garantizan con su accionar el necesario equilibrio y resguardo de la salud humana y la salud animal.