Familiares de las personas detenidas en la Unidad Penal Nº 6 de San Cayetano, para procesados, denunciaron que desde hace cinco días no hay agua.
“No funciona la red de agua, y de las canillas no sale ni una gota”, indicaron. La información que recibieron del personal penitenciario es que se rompieron las tres bombas que extraen agua. Ante esta apremiante situación, un pequeño tanque de agua externo, proveído por los bomberos, tiene que aportar el agua para la población penal (compuesta por alrededor de 350 detenidos) para el personal penitenciario y ahora, con la llegada del fin de semana, también debe alcanzar para las visitas.
Con los intensos calores reinantes, temperaturas de 34-36ºC con térmicas que ascienden a 40ºC y más en las celdas, con un bidón de agua diario tienen que abastecer las necesidades de consumo de agua para beber, para higienizarse, higienizar sus utensilios y prendas y el lugar donde viven.
Desde su inauguración (año 2005) en un predio que nunca tuvo acceso adecuado a este servicio fundamental, recurrentemente la población penal reclama el derecho vital y humano al agua potable.
Hoy, 12 años después, se sigue en la misma situación, bajo un sol quemante, los familiares tienen que trasladar, en moto, en colectivo o como sea que lleguen hasta San Cayetano, bidones con agua limpia y potable para compartir o para dejar a sus allegados privados de la libertad.
Han hecho llegar este reclamo a las autoridades penitenciarias, a los organismos de gobierno, de derechos humanos y al comité contra la tortura por tratarse de una situación que pone en serio riesgo la vida de quienes están privados de la libertad, lesiona el derecho a la salud, a la higiene y a la dignidad de las personas.