Muchos están de brazos cruzados, descreídos, o agobiados por la situación del país, y otros tantos decepcionados mordiendo los dientes en sus casas. En cuántos hogares vimos la foto del General como un lejano recordatorio de militancia.
Cuántas madrugadas, al final de cada elección, preguntándonos ‘qué hicimos mal’ para desatar el nudo de tamaña tristeza.
Tantas veces escuchamos las críticas de la calle, en charlas de café, catarsis en las redes quejándose de las mezquindades. Que no se tiene en cuenta a los verdaderos peronistas, que nos venden, que nos entregan…
Hoy me parece ineludible dirigirme a todos y convocarlos para el objetivo del 31 de marzo.
Creo que todo aquel que se sienta peronista tiene que volver a sus raíces, a involucrarse en la patriada. Nadie puede sentirse excluido cuando las circunstancias ameritan acción.
Hay justicialistas valiosos que se fueron a otros partidos. Se pasaron al bando contrario anteponiendo, desgraciadamente, el interés a los ideales.
Pero eran horas distintas. Yo digo que nada que hayan hecho es imperdonable, porque lo que no tiene perdón en estos momentos es la Deserción.
Porque para un peronista no hay nada mejor que otro peronista. Debemos poner el hombro para estar unidos, porque la Patria, el Partido y el Pueblo de la provincia nos necesitan.
No importa en qué espacio estén, ni las acusaciones, ni con qué dedo son señalados. Nos debemos una amnistía interna, y terminar con las imputaciones estériles. Acabar con los agravios y ataques inútiles.
Lo que no necesitamos son las personas extrañas al peronismo que se convierten en traidores al primer cambio de viento. Ni a los levantamanos que no representan a nadie.
Si hablamos de Lealtad, primero debemos ser fieles al texto de nuestra Doctrina y cumplirla, porque está escrita claramente. No es sólo un papel que se saca en campaña para los discursos.
VOLVER A CREER es un proyecto sin límites, sin fronteras, ni fecha de vencimiento. No somos resultadistas, somos trabajo, convicción, energía, construcción.
Somos una FUERZA que pone a las personas adelante, y a los cargos circunstanciales en función de las necesidades del Pueblo.
Te estamos esperando Compañero.