La película pudo apreciarse a través de un proyector de 1930.
En un marco de espectadores entregados a la magia del cine, se proyectó el pasado jueves “Cinema Paradiso” en el Centro Cultural Ercilio Castillo, con un proyector donado por Emilio Blanque, de 1930.
La fiesta comenzó media hora antes, cuando quienes iban llegando a la cita de honor en homenaje al cine de todos los tiempos, podían seguir asombrados las explicaciones del señor Hellbach, quien resultó ser ayudante de proyección de Rojido, uno de los operadores de los dos enormes proyectores del Cine-Teatro Marconi. Él se encargó de mostrar el funcionamiento del aparato e informó acerca de las piezas que desaparecieron en su larga agonía en la vieja sala.
“El filme de Tornatore, ganador de numerosos premios (a la dirección, a la actuación, a la música de Ennio Morricone, etc.) apunta directamente al corazón sin concesiones, y cuenta la propia historia que lo ligó al cine y lo hizo un artista humano; maestro pintor de su aldea y por ende, universal”, señalaron desde la organización.
“Fue una noche de emociones compartidas que reactualiza la vigencia del buen cine y lo reivindica, y que refuerza nuestra modalidad de gestión cultural, abierta a todos, sin excepción, esperando siempre a los jóvenes para que acepten compartir estas experiencias y sepan explicar a sus propios hijos y nietos, en el futuro, lo que es el arte y el compromiso afectivo, tan bastardeado en estos tiempos”, finalizaron.
