Con goles de Eduardo Salvio y Sebastián Villa, este de tiro penal, Boca Juniors venció a Racing 2-0 y es emifinalista de la Copa Libertadores. Lo espera Santos.
Boca Juniors superó al Racing Club 2-0 en La Bombonera y accedió a las semifinales de la Copa Libertadores tras revertir el 0-1 que había sufrido siete días atrás en cancha de la Academia. Eduardo Salvio, en la primera parte, y Sebastián Villa, de tiro penal en la parte complementaria, le dieron la victoria al equipo orientado por Miguel Angel Russo, que fue superior a su rival y avanzó de fase merecidamente.
En la próxima instancia del torneo, Boca Juniors enfrentará a Santos de Brasil, un rival al que le ganó la final del certamen disputado en el año 2003. El partido de ida se disputará en La Bombonera el 6 de enero y la revancha una semana más tarde en Vila Belmiro.
Durante los 45 minutos iniciales Boca se mostró muy superior al equipo de Avellaneda. Si bien Sebastián Beccacece pobló la mitad de cancha con muchos jugadores, al local no le costó quebrar esa línea defensiva y fueron pocas las veces que la Academia logró salir rápido hacia el arco defendido por Esteban Andrada ya que le costó recuperar la pelota.
Boca presionó más arriba que en el partido de ida y mostró otra actitud. Si bien no estuvo siempre preciso en las entregas, fue bueno el trabajo de Diego González recuperando en el centro del terreno y también se los vio muy activos a los dos laterales y a Eduardo Salvio, que recuperó en parte el nivel que había mostrado a inicios del certamen.
Así dadas las cosas, Boca controló las acciones pero recién pudo ponerse en ventaja sobre los 22: Leonardo Jara sacó un centro pasado de derecha a izquierda, Sebastián Villa devolvió el balón al centro del área con un cabezazo y Salvio, con un testazo a quemarropa y esquinado, venció la resistencia de Gabriel Arias, quien ya era figura.
Antes, el equipo orientado por Miguel Angel Russo había dispuesto de dos oportunidades claras, que el arquero neuquino se las frustró a Franco Soldano -definió mal un mano a mano- y a Carlos Tevez. Y después del gol Boca tuvo otras dos chances muy nítidas, una de Tevez, otra de Villa, las dos salvadas por Arias.
Con Boca tan lanzado en ataque, Racing se animó tras el gol xeneize y tuvo su única chance clara del primer tiempo antes de estas dos últimas acciones protagonizadas por el conjunto local. Tras una enorme escalada de Fabricio Domínguez por derecha, la pelota le quedó servida en bandeja a Lorenzo Melgarejo, pero el paraguayo no tuvo la misma contundencia que una semana atrás.
Boca siguió despilfarrando oportunidades en el inicio de la parte complementaria. La salida del Pulpo González le quitó algo de equilibrio al local, pero no por ello perdió el dominio de la situación. Un mano a mano desperdiciado por Villa, otro por Soldano quien también elevó un cabezazo por muy poco empezaban a poner nerviosos a jugadores y cuerpo técnico.
Pero sobre los 15, Salvio entró al área, fue tocado levemente por Lisandro López y el penal concretado por Villa le puso justicia a un partido que hasta ese momento había tenido, prácticamente, un único actor estelar.
Entonces salió a Racing y a Boca se le abrieron aún más los espacios, pero no supo capitalizar esa circunstancia con sus habituales contragolpes letales. Ingresó Edwin Cardona, para tener mayor dominio de pelota, pero el local ya no fue el mismo de la primera hora de juego.
Y Racing se fue animando más, un poco porque su rival se fue cayendo físicamente y mucho más porque moría su ilusión. Tuvo su chance de revancha Licha López pero su zurdazo se fue apenas alto. Y el ingresado Carlos Alcaraz tuvo la suya con un disparo de la puerta del área que sacó al córner Esteban Andrada.
Fue lo último de la Academia, que siguió padeciendo su falta de eficacia de tres cuartos de cancha hacia adelante. Boca pasó merecidamente. Fue más en los 180 minutos de la serie y ahora tendrá otro duro desafío ante un muy buen equipo como el Santos. Pero esa será otra historia.
