Anunció su adiós en la previa del Argentina Open, donde el martes enfrentará a Federico Delbonis. Luego disputará el ATP 500 de Río y dejará de jugar.
Los ocho pasos por el quirófano que marcaron la carrera de Juan Martín Del Potro
Y un día el Juan Martín Del Potro humano, hombre, hijo, hermano y amigo aceptó que debía dar ese paso con el que el Juan Martín Del Potro tenista, ese animal competitivo que lo llevó al estrellato, no quería saber nada. Por eso Delpo anunció este sábado que se despedirá del deporte que tanto ama. Adiós al tenis. Basta de "vueltas milagrosas". Pare de sufrir.
"Debo ser honesto con lo que siento y que el mensaje se entienda bien. Es más una despedida que una vuelta milagrosa", anunció entre lágrimas cuando nadie lo esperaba en una conferencia de prensa realizada en la previa del Argentina Open. Visiblemente emocionado, vestido con un traje negro y una camisa blanca, Del Potro se quebró también cuando contó que el martes 8 su mamá Patricia, quien nunca lo vio jugar en vivo y en directo por el circuito profesional, estará en el Buenos Aires Lawn Tennis Club.
El sorteo del cuadro le deparó debutar en el torneo nada menos que frente a Federico Delbonis, junto a quien conquistó la Copa Davis en 2016. "Si bien lo deportivo hoy está al margen, me tocó jugar con un amigo. No me podría haber tocado mejor rival para jugar que Fede, porque compartimos los días más lindos de nuestras vidas tenísticas. Y posiblemente el martes sea otro de los días más inolvidables de mi vida y que esté Fede me pone contento”, expresó.
El tandilense confirmó que también jugará el ATP 500 de Río de Janeiro, una de las ciudades donde vivió una de sus mejores semanas en los Juegos Olímpicos de 2016, donde logró la medalla de plata.
Y sobre el final dejó una puerta mínimamente abierta a su regreso, ya sin tantas presiones. “No descarto seguir consultando médicos para buscar opciones, como ya se vio con (Andy) Murray o con Pablo Andújar, que se operó cinco veces el codo y pudo volver”.
Del Potro volverá a jugar un partido “por los puntos” este martes 8 de febrero de 2022, 965 días después del “fatídico” 19 de junio de 2019, cuando en el torneo de Queen's se resintió de la fractura en su rótula derecha tras ganarle por 7-5 y 6-4 sobre césped al canadiense Denis Shapovalov.
Acostumbrado a "vueltas milagrosas", como él mismo las definió, Delpo encaró la rehabilitación y se ilusionaba con regresar. Así lo mostraba en sus redes sociales. Le dijo a su equipo de trabajo que lo prepararan para volver en el ATP de Buenos Aires. Pero al mismo tiempo sufría las mil y una en su cuerpo.
"Cuando iba a Tandil, antes manejaba derecho las tres horas y media. Ahora tengo que parar a estirar la pierna", confesó este sábado como muestra. "Son cosas que no me gusta vivir", agregó.
Pero el argentino siguió su camino y pudo bajar 12 kilos en tres meses. "Elegí con el corazón entrar ahora a la cancha. Era ahora o nunca. En dos años y medio de tantos altibajos, nunca pude entrenarme tan seguido como en estos últimos tres meses. Hice muchos esfuerzos como para tirarlos por la borda porque me duela la rodilla como todos los días de mi vida. Voy a jugar y será lo que tenga que ser", concluyó.
Esa maldita rodilla estuvo presente en su discurso de pronta despedida del tenis. "La rodilla me hace vivir una pesadilla. Intenté tratamientos, consulté médicos y nunca imaginaba retirarme del tenis si no era jugando. No encontraba mejor torneo que el de Buenos Aires para poder hacerlo", explicó.
Sobre su futuro no fue tan claro, pero sí habló con contundencia del sufrimiento que padece: "Después de estas semanas, miraré el futuro. Hoy tengo que elegir vivir como una persona de 33 años, tratando de no tener dolores, y no como un deportista profesional que nunca bajó los brazos. Es una decisión difícil. Más allá de que amo el tenis, busco vivir en paz sin soportar los dolores que soporto, que son horribles".
Y siguió: "Los dolores pasaron a ser parte de la vida cotidiana y no sólo del deporte. Soy un tipo al que le gusta estar activo, correr, compartir con amistades y jugar al fútbol. Y hoy estoy imposibilitado. Imaginate lo que es jugar al tenis. Por eso no tendré una vuelta milagrosa como las que siempre tuve, sino que esté a la vuelta de la esquina otra decisión sobre mi carrera".
En cada respuesta que daba, se lo notaba contento por el camino recorrido, pero cansado de lo que debió aguantar. “Yo nunca me di por vencido. Hasta hoy me cuesta moverme y lo estoy intentando -señaló-. Quiero entrar a la cancha, ganar y sentir ese fuego interno que sentí durante toda mi carrera”.
Delpo, no obstante, se mostró entusiasmado por la oportunidad de volver a pisar una cancha y jugar "por los puntos". "No veo la hora de entrar a la cancha el martes. Lo que estoy viviendo es por lo que me operé por última vez y por el esfuerzo que hice para poder jugar. Amo este deporte, pero es difícil lidiar con tantos dolores y hacerlo tan bien como siempre me tocó hacerlo. Ojalá que tengo un lindo día el martes”, remarcó.
Sobre su debut con Delbonis, un viejo conocido, el tandilense sostuvo: "Mi esencia está en ganar, jugar hasta el último punto. Por más que sea Fede, voy a querer ganar. A lo largo de la lesión, dije que no iba a bajar los brazos y que mi posible retiro fuera en un partido y no en una conferencia de prensa. Por eso estoy muy feliz de compartir estos momentos con los tenistas y sentirme de nuevo jugador por unos días”.
Del Potro destacó el apoyo y los consejos de Emanuel Ginóbili a la hora de "tratar de encontrarle la vuelta" a su lesión. "Me recomendó tratamientos y médicos. Me ha ayudado y lo valoro mucho", dijo.
Y cuando llegó el turno de destacar en un primer balance los mejores momentos de su carrera, a Delpo no le costó encontrarlos. "Los últimos dos días contra Nadal y Federer en el US Open (que ganó en 2009). Lo que vivimos en Croacia con la Copa Davis (que Argentina conquistó en 2016). Y una de las más felices semanas en mi carrera fue en Río 2016, por haber logrado una medalla (olímpica) luego de jugar con Djokovic y con Nadal", contó.
Y cerró: "Tal vez lo del martes pueda llegar a ganarle emocionalmente a todo, porque me lo hacen sentir a cada momento". De hecho, se agotaron los abonos de semana completa y de fin de semana, además de las entradas para lunes y martes.
“He cumplido todos los sueños con el tenis. He logrado la mayoría de las cosas que quise lograr”, dijo el tandilense. Pero al mismo tiempo, confesó la contracara: "La gente cercana me dice: 'No pienses en el tenis, pensá en tu vida. Dormí. Descansá'. Había que hacer un corte ahora. Tal vez buscando el nuevo milagro o ese médico que me esté escuchando ahora".
O tal vez no. Tal vez el Juan Martín Del Potro humano, hijo, hermano y amigo, ahora "aliviado" por haberle contado al mundo por qué dice lo que dice, pueda al fin pensar en su vida fuera del tenis. Con todo lo que eso significa a los 33 años.