Al menos dos hombres fueron denunciados por abuso sexual contra una joven en una fiesta clandestina. Señalan al futbolista como posible cómplice.
Una joven de 28 años denunció esta madrugada que fue abusada sexualmente en una casa del country Camino Real, en el partido bonaerense de San Isidro, alquilada por el delantero de Vélez Juan Martín Lucero, donde se realizaba una fiesta clandestina.
Además de Lucero, otros jugadores de Vélez participaron del encuentro, entre ellos Ricardo Centurión, quien ya tenía antecedentes de denuncias por violencia de género.
Sin embargo, al conocerse los detalles, la propia denunciante desligó a Centurión del abuso aunque lo ubicó como posible cómplice de la situación por tener conocimiento de lo que sucedía en el cuarto del primer piso.
Tras la denuncia, personal de la Unidad Fiscal de Género de San Isidro llegó al domicilio, donde tomó declaración a la denunciante, junto a dos testigos. La mujer fue trasladada luego a la comisaría de la Mujer en el partido de la zona norte del conurbano bonaerense.
En tanto, Policía Científica secuestró toda la ropa de cama de las habitaciones de la vivienda, que se encuentra alquilada de manera temporaria por Lucero, quien también fue apartado de la escena por la denunciada y la testigo.
Según relata uno de los testigos en la denuncia, al momento de retirarse de la casa Centurión dijo que había llegado de Colombia ayer a la mañana y que hoy tenía que viajar a Paraná por un partido.
Además del abuso, las jóvenes denunciaron que les robaron las carteras con sus elementos personales, celulares y billeteras.
El principal hombre señalado como acusado del abuso sexual, de nombre Acuña, no pertenece al plantel de Primera división del club.
Por el momento, desde el club no se emitió ningún comunicado al respecto de la denuncia. El plantel de Vélez entrenó esta mañana en la Villa Olímpica del club y, por la tarde, viajará a la ciudad entrerriana de Paraná para visitar mañana a Patronato por la sexta y última fecha de la Zona F de la Copa Diego Armando Maradona.
El caso es investigado por la fiscal Laura Zyseskind, a cargo de una unidad especializada en violencia de género de San Isidro, con la colaboración de personal de la policía bonaerense.
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