Braian Martínez definió la serie de los penales ante Estudiantes y todo el cuerpo técnico fue abrazar al Emperador, quien acaba de perder a su esposa. El DT metió a su equipo, esta vez desde el banco, entre los cuatro mejores de la Copa Liga Profesional.
Después de varias semanas de angustia, el entrenador Julio César Falcioni recibió una caricia al alma con el pase de Independiente a la semifinal de la Copa Liga Profesional. Todo el cuerpo técnico saltó de alegría y fue directamente a abrazar al Emperador, quien esta noche se vio desbordado por las lágrimas, tras la victoria por penales ante Estudiantes en La Plata. La primera reacción del DT fue mirar al cielo y señalarlo, en un claro mensaje hacia su fallecida esposa.
Falcioni -es paciente de riesgo porque tiene 64 años y en el último tiempo superó un cáncer de laringe- se contagió de Covid-19 el pasado 6 de abril y desde entonces estuvo alejado del predio de Villa Domínico, pero esta vez decidió acompañar a sus dirigidos desde el banco de suplentes. Anteriormente, Omar Píccoli, Pedro Monzón y hasta César Velázquez, el entrenador de arqueros, se habían hecho cargo del equipo.
Cuando se hablaba de los problemas personales que tenía Falcioni era por Ada, quien tenía cáncer y también había contraído coronavirus. “Gracias a todos los que me acompañaron y nos enviaron mensajes en este difícil momento para nuestra familia”, fue lo que escribió el DT en sus redes sociales tras el triste episodio.
El Emperador, un hombre acostumbrado a pelearla y de muchas batallas, esta noche con un hombre menos por la expulsión de Thomas Ortega, metió a su equipo entre los cuatro mejores de la Copa Liga Profesional. Su próximo rival saldrá del ganador del cruce entre Colón y Talleres en Santa Fe.