Nole viene de ser deportado de Australia y de perderse el primer Grand Slam del año por no estar vacunado.
En medio de semanas turbulentas, Novak Djokovic recibió buenas noticias. Francia realizará cambios en las normas sanitarias contra el coronavirus, que le abrirían las puertas para disputar Roland Garros pese a no estar vacunado.
Pese a la alta cantidad de contagios -se registraron más de 350 mil casos el día domingo- y de muertos -115 en las últimas 24 horas-, comenzarán a quitar restricciones a partir de febrero.
Además de que ya no será obligatorio el uso de barbijo y se eliminarán las restricciones en el aforo, los extranjeros ya no deberán estar vacunados para poder ingresar al país, siempre y cuando hubieran dado positivo en los últimos seis meses.
Este ítem es el que habilitaría a Nole a ingresar a París ya que él se contagió el 16 de diciembre -tendría “inmunidad” hasta el 16 de junio- y el Grand Slam francés se disputará entre el 22 de mayo y el 5 de junio.
Las últimas semanas de Novak Djokovic: deportado de Australia y sin Grand Slam
El número uno del mundo se perdió el Abierto de Australia luego de haber sido deportado del país anfitrión.
Djokovic no está vacunado contra el coronavirus y por eso rompió las leyes de ingreso al país de Oceanía. El serbio no podrá defender su título en el Abierto de Australia y podría perder el primer puesto del ranking si es que Daniil Medvedev se consagra campeón en Melbourne.
El gran objetivo del número 1 del mundo es jugar y ganar otro Grand Slam para desempatar con el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer en el récord compartido de 20 títulos major.
Se conoció el documento del fallo de Australia contra Djokovic: su declaración antivacuna lo condenó
Por su parte, se conoció el documento del de Australia contra Djokovic. Allí se constata que el tribunal que autorizó la deportación de Novak Djokovic consideró que el Gobierno australiano tenía fundamentos para considerar que la presencia del tenista serbio suponía un riesgo para la salud y el orden público.
“No era irracional que el ministro se preocupara de que el supuesto apoyo de algunos grupos antivacunas a la aparente posición del señor Djokovic sobre la vacunación pudiera alentar concentraciones y protestas que pudieran conducir a una mayor transmisión comunitaria”, señalaron los tres jueces del Tribunal Federal Australiano.
