La vida del joven taekwondista que hace dos años pensó en dejar todo por una pérdida familiar, se aferró a la religión y tuvo una gran participación en Tokio 2020.
Si bien en un principio los reflectores apuntaban a otros atletas de la delegación argentina en los Juegos Olímpicos Tokio 2020, en la madrugada del sábado el taekwondista Lucas Guzmán acaparó el centro de la escena tras vencer en su debut al irlandés Jack Woolley con una patada agónica y al iraní Armin Hadipour, tres del mundo, en cuartos de final. Después, cayó ante el italiano Vito Dell' y finalmente perdió el duelo por la medalla de bronce ante el ruso Mikhail Artamonov.
Más allá de que esta actualidad lo encuentre en la capital japonesa con un gran nivel, lo cierto es que hace poco más de dos años Guzmán estuvo a punto de dejar el taekwondo por la muerte de su madre, a quien le dedica todas sus victorias con los brazos elevados al cielo. Sin embargo, gracias a la ayuda de su entrenador Gabriel Taraburelli y a la espiritualidad, pudo encaminar su carrera deportiva y lograr cosas importantes.
Un par de meses más después de aquel duro momento personal, el nacido en Merlo obtuvo la medalla de bronce en la categoría 58 kilos del Mundial de Manchester. Fue su primer podio en un certamen de ese nivel y el quinto en la historia argentina del taekwondo. “Antes del Mundial iba a dejar todo por lo que sucedió con mi mamá y quería estar con mi familia. Al final se dio el Mundial, donde obtuve la medalla de bronce, y me permitió respirar y darme cuenta que ese era el camino y tenía que pelearla”, le contó a TyC Sports en abril de 2020.
Los éxitos no se quedaron allí en Inglaterra. En agosto de 2019, Guzmán, que se entrenó y fortalecido de muy joven con los hermanos Sebastián (oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012) y Mauro Crismanich (bronce en el Mundial de Copenhague 2009), participó en los Juegos Panamericanos de Lima y se coronó campeón en su categoría. Otra mirada al cielo y otro susurro a su ángel guardián. Además, festejó en Costa Rica y sacó pasaje rumbo a los Juegos Olímpicos Tokio 2020, donde completó una gran actuación.