Se conmemora un nuevo aniversario del día en que Argentina alcanzó la gloria eterna por segunda vez en su historia. Fue 3 a 2 ante Alemania en el Estadio Azteca.
El 29 de junio de 1986 no es una fecha para la Selección Argentina y hoy se cumplen 37 años de una de las gestas más importantes del deporte nacional en el Mundial de México 1986. La Albiceleste venció por 3 a 2 a Alemania Federal en el estadio Azteca y se consagró campeón del mundo por segunda vez en su historia. José Luis Brown, Jorge Valdano y Jorge Burruchaga anotaron los goles del equipo de Carlos Bilardo que alzó el trofeo más deseado en las manos de la figura rutilante de Diego Armando Maradona, el gestor principal del título.
Y no fue un partido fácil a pesar de la diferencia de dos goles logradas a través del cabezazo de José Luis Brown en la primera mitad y el remate rasante al segundo palo de Jorge Valdano en el complemento. Los alemanes empataron el juego en una ráfaga con dos pelotas paradas y gracias a Karl-Heinz Rummenigge y Rudi Völler pero el ´Diego´ se iluminó y le regaló una asistencia con un toque suave a ´Burru´ que corrió varios metros y definió por abajo para celebrar el gol que significó el título mundial.
El camino comenzó con un andar casi perfecto en el Grupo A con dos victorias ante Corea del Sur por 3-1 (Valdano x2 y Ruggeri) y Bulgaria por 2-0 (Valdano y Burruchaga) y un empate frente a Italia (1-1) con el recordado cachetazo de Maradona. En octavos de final, Argentina pasó a Uruguay por la mínima diferencia con el tanto de Pasculli y clasificó para enfrentar a Inglaterra en el Azteca.
Diego Armando Maradona escribió una de las páginas más gloriosas de la historia de la Selección y le arrebató el pasaje a semifinales a los ingleses con la inolvidable ´Mano de Dios´ y el mejor gol de todos los tiempos. El paso siguiente fue Bélgica y la Albiceleste volvió a contar con una participación de lujo de Maradona que anotó los dos goles para pasar a la final con Alemania Federal.
Fue un Mundial perfecto de Diego Armando Maradona y un equipo sacrificado al mando del Doctor Carlos Bilardo. 37 años pasaron de esa gesta en México 1986, un campeonato del mundo que será recordado por siempre.
