Desde el sector de estacioneros exigen al menos un 7% en el precio. Desde YPF se mantienen cautos y evitan confirmar si se producirá una suba.
El vicepresidente de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines de la República Argentina (Cecha), Carlos Gold, aseguró que antes de fin de año debe darse un aumento en las naftas del 7%.
La suba de precio del barril de petróleo crudo en el contexto internacional, junto con la inestabilidad del valor dólar a nivel local, genera una puja de costos de producción que las empresas petroleras ya no toleran seguir absorbiendo.
"El ajuste se tuvo que haber dado hace bastante tiempo, mientras YPF no decida aumentar los precios, el resto de las compañías no lo van a hacer. Antes de fin de año debería darse un incremento no menor al 7% y en el próximo año se debería llegar al 20% que es el desfasaje", enfatizó.
En este contexto, señaló que existen algunas demoras de entregas u entregas parciales de las compañías: "Los precios están totalmente rezagados, las petroleras argumentan que se vendan a pérdida y mientras los precios no se ajusten los problemas van a existir vinculados a la cantidad del producto del mercado e influyen en la venta".
El próximo 1 de diciembre corresponde la actualización que por ley debe hacerse de los impuestos que gravan a los combustibles: el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y el Impuesto al Dióxido de Carbono (IDC). Las dos cargas impositivas han sido prorrogadas con anterioridad, por lo que de actualizarse en su totalidad, generarán un incremento en los precios de surtidor cercano al 8% o 9%.
El último incremento en los combustibles fue el 16 de mayo de este año. Los valores de la nafta Súper para la petrolera estatal YPF se mantienen en $95,30 y la Infinia a $110. Por su parte, Shell, la segunda competidora del mercado local, tiene la Súper a $96,90 y la V-Power a $112,20. En tanto, en la formula Diésel se encuentran a $88,60 y $91,70.
Todo el contexto avizora que antes de fin de año las petroleras remarcarán precios.