A pesar de que Mauricio Macri quitó las retenciones y devaluó la moneda, siguen sin repuntar las economías regionales. Los complejos yerbatero de Misiones y Corrientes, el vitivinícola del Cuyo, el de frutas en el Alto Valle y los complejos porcino y lácteo continúan en alerta.
El 10 de junio el Presidente sostuvo que "algunos dicen que haber quitado las retenciones regionales es un disparate. Lo hice porque a cada economía regional hay que darle la oportunidad de crecer". En el caso de yerba mate, se observaron caídas de producción, consumo y exportaciones, de acuerdo al último informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA). Asimismo, se observa que los precios a productores no superan los $ 5, lo que ha derivado en conflictos con las empresas concentradas del sector.
En el complejo vitivinícola también se presentaron caídas de producción, consumo y exportaciones. Sumado a todo esto, el aumento de costos afecta particularmente al eslabón más castigado, que es el de los pequeños viñateros más atrasados tecnológicamente.
Respecto al complejo de frutas de pepita, los precios al mercado interno continuaron creciendo desde diciembre último, aunque no ocurrió lo mismo con los precios al productor. Esto es el resultado de la alta concentración en el funcionamiento de la cadena de producción-industria exportación, de acuerdo al análisis del centro de investigación. Tampoco hubo aumento en las exportaciones.
El incremento sustancial de los costos de los productores del sector lácteo, en contraste con la leve y reciente suba del precio que éstos reciben, perjudicó sustancialmente sus niveles de rentabilidad. Por su lado, el precio de góndola mantiene un elevadísimo margen sobre el precio de la leche al productor. En efecto, en el complejo lácteo tanto pequeños productores como consumidores, los extremos de la cadena, son los más afectados por los márgenes de los eslabones concentrados.
Finalmente, el desempeño comercial externo del sector porcino invirtió su tendencia: las exportaciones comenzaron a caer mientras que las importaciones aumentaron significativamente. El saldo comercial que había dejado de ser negativo en 2015 manifestó un incremento sustantivo en el primer trimestre de 2016. Cabe agregar que, dado el aumento de los principales costos por medidas como la devaluación de la moneda, la rentabilidad del sector ha pasado a tener resultados negativos.