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Economía Cifras siderales

La DPEC perdió aproximadamente un millón de pesos por día en el 2015

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Crédito: 38376

Algunos números indicativos. Según lo publicado en los últimos 5 años de los Balances de la DPEC. Ella registra indicadores seriamente preocupantes: en efecto, para no agobiar con gran cantidad de números, vale mencionar aquello de que “para muestra basta un botón”. En la DPEC se da una constante y sostenida pérdida económica financiera, que se ve claramente expresada en los sucesivos ejercicios correspondientes a los años 2011/2015 con una pérdida neta del ejercicio a saber: Año 2011 = (-$53.229.145,76). Año 2012 = (-$218.207.659,25). Año 2013 = (-$346.998.905,15). Año 2014 = (-$411.130.661,59). Y año 2015 = (-$377.559.519,35). A manera de simple indicador: el rubro Pérdida Neta del Ejercicio del año 2015 fue equivalente a una suma superior al millón de pesos por día ¡de pérdida! Y la suma de los últimos 5 años = a (-$1.437.125.889). Suena como mucho no.

 

DIRECCIÓN PROVINCIAL DE ENERGÍA DE CORRIENTES (DPEC)

Algunas reflexiones y sugerencias sobre su funcionamiento que seguro no son ni las únicas, ni las mejores.


1) Breve contextualización. Alguien con mucha razón y autoridad ha dicho que el mayor capital, el más valioso que tiene cualquier Empresa se pública o privada, son sus Recursos Humanos, sin despreciar por cierto y de ninguna manera, aquellos de carácter técnico o materiales. Hasta donde sabemos la DPEC entre Capital e Interior de la provincia cuenta con 1.400 hombres y mujeres quienes, en su mayoría, son honestos y eficientes empleados administrativos, profesionales, técnicos, que todos los días, en forma silenciosa, ponen lo mejor de sí para que su quebrada Empresa, como lo ha dicho reiteradas veces el jefe del Poder Ejecutivo, pueda funcionar. Vaya para ellos nuestro fraternal saludo y expreso reconocimiento a su labor cotidiana. Lo que no ha dicho el gobernador de la provincia, quien se halla transitando su tercer mandato, en cuyo lapso la DPEC en todo momento permaneció y permanece irregularmente intervenida es ¿quién o quiénes son los reales y verdaderos responsables de la quiebra de la DPEC? Y en su caso ¿qué medidas de orden político o disciplinarias administrativas o judiciales? Ha dispuesto que se tomen de inmediato para los funcionarios que correspondan, se hagan cargo de sus eventuales faltas, de sus errores, o extravíos bien sean por acción o por omisión. Llama poderosamente la atención el poco o casi inexistente reclamo o interés puesto de manifiesto sobre esta cuestión, por parte de algún legislador de la Provincia. Lo que existe y a granel, son las más variadas y reiteradas quejas por parte de los usuarios por el mal y costoso servicio que le brinda. Creemos que oportunamente más corto que largo plazo, gran parte de la ciudadanía responsable de nuestra Provincia habrá de tomar cartas en este tema. Para que nadie, eventualmente se sienta molesto o incómodo con el contenido de esta nota, nos permitimos recordar lo que dice la Constitución Provincial en su Artículo 6°: “La libertad de prensa, hablada y escrita, es un derecho. Toda persona puede ilimitada y libremente en cualquier forma, manifestar sus ideas y opiniones, examinar la conducta de los poderes y funcionarios públicos…”


2) La DPEC. Su importancia. Vale la pena recordar que la Empresa estatal, en gran parte, distribuye la energía eléctrica en toda la geografía provincial, casi en forma exclusiva, es decir de modo cuasi monopólico, sin que exista prácticamente otra empresa competidora, sus servicios se prestan a unos 260.000 usuarios aproximadamente, de un mercado cautivo. Ya los distintos usuarios no tenemos la posibilidad de optar por otra empresa prestadora de tal servicio público de distribución de energía eléctrica. Es innegable que la energía eléctrica es un servicio esencial y estratégico para promover el crecimiento y desarrollo de una región, amén de contribuir con la obtención de la mejor calidad de vida de nuestros conciudadanos; máxime que en nuestra región gran parte del año transcurre con altas temperaturas ambientales, lo que requiere el mayor uso de aparatos de confort como ser el aire acondicionado, que termina incrementando sensiblemente el consumo. La tan declamada necesidad de que se radiquen en nuestro suelo emprendimientos comerciales o empresarios de carácter local, nacional o internacional, a fin de crear genuinas fuentes de trabajo, con todo lo que ello traerá aparejado, evidentemente el panorama antes descripto, no resulta atractivo; eso explica en cierto modo que nuestra actividad económica, sea principalmente sea de carácter primario; más allá de algunos emprendimientos nuevos de carácter más calificados, que se han realizado sobre todo en el interior provincial. Adicionalmente debemos tener presente que nuestra provincia no cuenta con otras fuentes de gran capacidad de generación, como podría ser la eólica, redes de gas natural, solar o nuclear.


3) Algunos números indicativos. Según lo publicado en los últimos 5 años de los Balances de la DPEC. Ella registra indicadores seriamente preocupantes: en efecto, para no agobiar con gran cantidad de números, vale mencionar aquello de que “para muestra basta un botón”. En la DPEC se da una constante y sostenida pérdida económica financiera, que se ve claramente expresada en los sucesivos ejercicios correspondientes a los años 2011/2015 con una pérdida neta del ejercicio a saber: Año 2011 = (-$53.229.145,76). Año 2012 = (-$218.207.659,25). Año 2013 = (-$346.998.905,15). Año 2014 = (-$411.130.661,59). Y año 2015 = (-$377.559.519,35). A manera de simple indicador: el rubro Pérdida Neta del Ejercicio del año 2015 fue equivalente a una suma superior al millón de pesos por día ¡de pérdida! Y la suma de los últimos 5 años = a (-$1.437.125.889). Suena como mucho no.


4) Sugerencia a tomar en cuenta por quién lo desee. Se ha dicho con razón que frente a una situación tan grave, como la señalada, tal vez lo primero que es conveniente realizar es reconocer la existencia del problema en su real dimensión, sin demagogias y sin eludir las propias responsabilidades o achacar la culpa a terceras personas. Todo ello acompañado de la autocrítica profunda, humilde y sincera que fuera necesario efectuar. Lo segundo, tener la necesaria voluntad política de intentar revertir tal gravosa situación. Lo tercero, poder contar con una verdadera batería de diferentes herramientas e instrumentos válidos, razonables y ciertos para intentar llegar a la más pronta solución del problema, o sea procurar de ser capaz de elaborar auténticas políticas de Estado, el que necesariamente deberá transitar el marco de un genuino diálogo. Especialmente en todos los sectores o sujetos, públicos o privados suficientemente idóneos. Para poder, entre todos los convocados, desembocar en aquellos lógicos y posibles consensos, que apunten a obtener resultados positivos y posibles, a corto, mediano y largo plazo. Nadie debería estar ausente de participar en tan imperiosa tarea, solo deberían ser completamente excluidos los demagogos, los inútiles, los mediocres y los corruptos. La necesaria e imperiosa felicidad de nuestro bendito Pueblo así lo exige. Ud. Señor Consumidor, con razón, se podrá preguntar ¿y mientras tanto qué hacemos? Para ello va una respetuosa sugerencia: trate de economizar toda la energía eléctrica que pueda y, sobre todo, si es persona de fe: recele a Dios para que la luz no se corte.

 

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