Con el comienzo de las clases, los diferentes rubros de la ciudad anhelaban con obtener una buena comercialización. Sin embargo, los elevados costos y el bajo nivel adquisitivo de las personas se convirtieron en factores drásticos para el consumo.
«Realmente los movimientos no son los anteriores y siguen cayendo las ventas», advirtió el referente mercantil, Enrique Collantes, en diálogo con EL LIBERTADOR. Ejemplificando la realidad económica que atraviesa el país y la situación del empresariado, dijo: «Hoy, en este momento, estamos en un barco que es el Titanic que se está hundiendo sin poder poner un salvavidas».
A su vez, explicó que a la inestabilidad monetaria se le suma el faltante de stocks. «Comienza a faltar y las importaciones están semicerradas en algunos casos, entonces hay mercadería en la parte de la inflación que hace el proceso de valerse cada vez más y la gente tenga menos», detalló.
ESFUERZO PARA SOBREVIVIR
Con respecto al cumplimiento de los sueldos de los trabajadores, el referente enfatizó que «lo estamos manteniendo con mucha dedicación y presión, lo que primero hacemos es cumplir con el empleado porque es nuestro capital, pero realmente cada vez nos cuesta más y cada vez hay menos incentivos para emplear gente porque no hay ventas».
Asimismo, indicó que todavía no cuentan con información acerca de cierre de locales en la ciudad.
FUTURO SIN VISIÓN
Collantes también afirmó que no ve a corto plazo una solución a los temas económicos que atraviesa el país. «No tenemos ni horizonte, realmente esperemos que puedan solucionar porque no sé cuánto vamos a seguir aguantando los comercios y la gente, esperemos que próximamente se aquiete este movimiento de inflación que hay, para que la gente pueda vivir un poco más tranquila», concluyó.