Producto de los vaivenes de la economía argentina, al mejor estilo de los años ’80 con el ‘deme dos’, la desacertada política monetaria, cambiaria e inflacionaria que termina perjudicando, como siempre, a los que menos tienen; se repitió durante el mes de enero las corridas al estilo contrabando hormiga de miles de consumidores correntinos que, aprovechando sus vacaciones o simplemente en tours de compras, visitan especialmente el vecino país del Paraguay para comprar electrónicos, indumentarias, calzados y autopartes. Favorecidos por ‘el cambio’, se justifican hacer más de 700 kilómetros en el ida y vuelta, con más de $2.500 de combustible, porque a la postre con la compra en dólares o guaraní simplemente se termina ‘ganando’.
Más allá de la conveniencia en la economía hogareña, que podría ser minúscula en el daño al macro movimiento comercial, sin embargo la Confederación Argentina de la Mediana Empresa reveló que, especialmente durante el mes de enero, se produjo una fuerte caída del 2,5% en las ventas minoristas en el comercio de Corrientes por aquellas compras en el Paraguay. De eso la república hermana no tiene la culpa y solo saca provecho.
La CAME reveló una significativa caída en las ventas comerciales durante enero en esta zona del país, en particular afectó a Corrientes, Misiones, Formosa y Mendoza (hacia Chile) por compras de neumáticos, electrónicos, calzados o indumentaria en los países fronterizos.
Las cantidades vendidas por los comercios minoristas finalizaron enero con una caída de 2,5% frente a igual mes del año pasado, indicó la Confederación Argentina.
"Fue un mes muy irregular en materia de ventas, con un inicio muy flojo durante la primera quincena y recuperándose sobre el final", subrayó el sondeo.
"La menor disponibilidad de efectivo se sintió en enero y también la mayor cantidad de familias que viajaron a vacacionar o a comprar en países vecinos como Chile, Paraguay, Uruguay y Brasil, donde los precios son más convenientes", se analizó.
Las más golpeadas fueron las provincias fronterizas con Paraguay y Chile, donde el consumo en rubros como neumáticos, electrónicos, calzados o indumentaria se vio muy resentido.
