La localidad de Bella Vista, Corrientes, conocida por todos como la Capital Nacional de la Naranja, ha dejado ese rubro ya hace tiempo. Por la diferencia costo-ganancias, prácticas de producción, cuestiones fitosanitarias, y otros, los productores de la región reemplazaron la producción de naranjas por la de limones. Y, como la mayor parte de ello se destina a la exportación, el cierre de importaciones que anunció el presidente de Estados Unidos Donald Trump, perjudicará a los citrícutores locales y del resto del país.
"Sin dudas es una mala noticia para el sector", dijo José Carbonell, presidente de la Federación Argentina de Citrus (Federcitrus). El productor se lamentó por la reciente medida que tomó Trump de suspender por hasta 60 días la importación de limones frescos argentinos.
"Es un nuevo gobierno que tiene un discurso proteccionista. Hubo manifestaciones del lobby californiano tras el triunfo de Trump para que se suspendiera esa decisión. No sé cuál puede ser el resultado de esta cautelar", especificó Carbonell.
La apertura de este mercado para la Argentina -principal productor mundial del cítrico- había llevado meses de negociaciones entre el gobierno argentino y la administración de Barack Obama, luego de 15 años sin venderle a ese país. "No vamos a quitarle trabajo a ningún productor californiano", agregó Carbonell, pues EEUU ya importa limones desde Sudáfrica, Uruguay y Chile.
El área sembrada en Argentina con limoneros alcanza las 50.000 hectáreas, de las cuales el 90% se encuentra en Tucumán, mientras que el restante 10% se distribuye entre Corrientes, Salta y Jujuy, con un rinde promedio de 35 toneladas por hectárea.
En 2016, Argentina alcanzó una producción total de cítricos del orden de 2,6 millones de toneladas y se consolidó como mayor productor y exportador mundial de limones, al elevar las previsiones a un total de entre 1.530.000 y 1.580.000 toneladas. De la producción total del país, el 95% de los limones cosechados tuvo como destino la exportación por un valor de 600 millones de dólares, mientras que solo el 5% restante de la producción se destinó al mercado interno (40.000 toneladas).