Las bajas perspectivas de crecimiento economico obligaron a las empresas del sector financiero comercial a salir urgente en busca de nuevos clientes. Para ello, las tarjetas de crédito, incluso las más utilizadas, flexibilizaron los requisitos de ingreso e incluso subieron los márgenes de crédito para incentivar el consumo. Así, la falta de inyección de fondos estatales logró algo poco usual: riesgo empresario y apertura de crédito a empleados en negro y familias de bajos recursos.
Prueba de ello es la convocatoria que viene realizando, cada vez más asiduamente, una tarjeta de crédito cordobeza líder, en las plazas de los pueblos del interior de Corrientes. Allí promocionan sus servicios y ofrecen el plástico a, emleadas domésticas, jubilados, pensionados, trabajadores "en negro", beneficiarios de planes sociales, asignación universal y programa "Ellas Hacen".
Otras empresas netamente prestamistas también redujeron consideradamente los requisitos para solicitar dinero a tasas, no tan bajas pero de pago a largo plazo. Las casas de electrodomésticos también ampliaron sus líneas crediticias en Capital e interior. Y, si bien resaltan las ofertas, aún son muy discretas para transparentar la diferencia entre precio de contado y financiado.
Esta salida repentina de una zona de "confort" de las empresas tiene que ver con la creciente recesión que ya es tema de conversación en casi todas las tiendas, rastaurantes y demás comercios en las ciudades más grandes. Y se apunta, con la incorporacion de clientes de los llamados, "no calificados", con repuntar las ventas a como de lugar. ¿Lograrán sumar afiliados? se estima que sí. ¿Se corren riesgos?, varios. Habrá que esperar a ver si las colas en las plazas, para pedir una tarjeta, se repiten en los locales a fin de mes para pagarlas.