Con menos del 50% de los hoteles repletos, los comercios sufren la caída del turismo en la costa argentina. La mayor población de turistas se siente el fin de semana, pero desde las cámaras empresarias advierten que el consumo es muy inferior al de los años previos, e incluso la llaman "la peor temporada en décadas".
Con una ocupación hotelera por momentos menor al 50%, la costa argentina sufre la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. La mayor población de turistas se siente el fin de semana, pero desde las cámaras empresarias advierten que el consumo es muy inferior al de los años previos, e incluso la llaman "la peor temporada en décadas".
Referentes del sector aseguraron a Página/12 que desde la crisis de 2002 no veían una temporada de tan poco movimiento en los principales balnearios y puntos turísticos del país. La preocupación es que en febrero se pronuncie la tendencia, ya que suele tener un menor movimiento.
"Hace 40 años que trabajo en el sector de turismo y esta ha sido la peor temporada en décadas", dijo Gregorio Werchow, referente del área de turismo de CAME, al matutino. Aseguró que la segunda quincena de enero, si bien fue algo mejor que la primera, estuvo muy por debajo de los niveles de negocio de 2016 y ni comparar con temporadas anteriores.
Pese a que las autoridades municipales afirmaron que en enero el turismo fue comparable al del año pasado, el presidente del Colegio de Martilleros Públicos de La Costa, Roberto Rosas, aseguró que "los números oficiales no son ciertos. Si el Partido de La Costa hubiera tenido la gente que dicen, hotelería, campings y el mercado inmobiliario habría estado lleno, y la verdad es que por semanas estuvo en menos del 50%". En Mar del Plata, los hoteles no llegaron al 70% de ocupación en la segunda quincena.
"La gente que tomó vacaciones en el país gastó poco y nada en enero. Hubo negocios con muy poco movimiento. En febrero las cosas no empezaron mejor. Y encima ahora se suma una medida insólita como la de Precios Transparentes. Los locales están viendo cómo hacer porque lo que pide el Gobierno es impracticable. Además, todo lo que se había gastado en folletería para promoción y en carteles con precios en los negocios hay que hacerlo de nuevo y suma gastos para los negocios", dijo Werchow.
Explicó que el Gobierno le dio muy pocos días a los negocios para hacer el cambio a la hora de mostrar los precios y, encima, no fueron claros en cómo aplicar la normativa. "Se suma que esto no sólo genera problemas para los comerciantes sino que aumenta la incertidumbre de los consumidores. Si ya venían gastando poco, esto te los termina de ahuyentar. Parece a propósito.", precisó.
Los turistas que llegaron a la costa lo hicieron por pocos días. Hubo un público que en el sector llaman "golondrina" para aprovechar el fin de semana y dos o tres días hábiles. En las inmobiliarias aseguraron que es un turismo que se aloja generalmente en hoteles y deja vacío el negocio de alquiler de casas por la quincena o el mes. Plantearon que los problemas ya se veían venir a finales de 2016. "Diciembre pasó prácticamente de largo. Quienes trabajamos en verano desde hotelería, campings, gastronomía, comercio hasta inmobiliarias mirábamos la temporada con fuerte preocupación", indicó.