Los frailes franciscanos de la comunidad de San Francisco Solano, despidieron hoy a Fray Alejandro Francisco Díaz, junto a sus familiares. Partió ayer a la casa del Padre a los 95 años, siendo uno de los frailes más longevos de la Provincia Francisana de la Asunción.
Con más de sesenta años de vida religiosa, fray Alejandro dejó tras sus pasos por distintas comunidades, un legado de sencillez, cercanía y amistad. Autor de libros que han dejado huellas profundas en muchas personas, por su forma sencilla y amena de transmitir vivencias, sentimientos y contar historias.
Fray Alejandro pasó los últimos años de su vida en la Casa de Enfermería provincial “San Francisco de Asís”, que está ubicada en el convento de San Francisco Solano en nuestra ciudad, junto a frailes y hermanos de la Provincia Franciscana.
Alejando Francisco, con el segundo nombre igual a su maestro y fundador de la Orden, nació en Córdoba en 1926; su profesión solemne fue el 19 de marzo de 1950 en la festividad de San José se consagró como hermano franciscano. Su ordenación sacerdotal fue el 19 de diciembre como regalo de Navidad de 1953.
Hace algún tiempo, compartía en una charla publicada en la página de la Provincia Franciscana, que una de las cosas que más recordaba y que lo marcó en su vida y en sus huellas franciscanas, fue haber sido delegado de la Provincia en Ciudad de Evita. “Llegué ahí no había nada, había que arremangarse y ejercer el apostolado organizar el fútbol que poco y nada sabía”, y recordaba sobre su experiencia como profesor. Arquidiócesis Corrientes
Sobre la celebración de los 409 de la Provincia Franciscana de la Asunción, decía: “Hoy más que nunca cuando hay dificultades hay que dejar de lado los pequeños problemas y pensar en lo que realmente influye en nuestra vida”.
Entre sus libros, se puede mencionar, “Las virtudes teologales”, “Los amores de San Antonio de Padua”, “La espiritualidad de San Francisco para el hombre de hoy”, “Amistad, nuestra mayor riqueza”, “las virtudes, fortalezas del cristiano”, “Virtudes y madurez cristiana”, y “Mujer, por siempre mujer”.
Acompañamos su regreso a la Casa del Padre con la oración, por el descanso de su alma en brazos de María y por el consuelo para su familias y seres queridos!!
Qué brille para fray Alejandro la luz que no tiene fin!!