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Ante el aumento de casos de dengue, Anmat acelera el análisis de una vacuna japonesa

En lo que va del año, el país registra 16.143 casos y la situación epidemiológica preocupa a los especialistas. Los ministerios de Salud de todo el país acordaron conformar brigadas territoriales en busca de eliminar potenciales criaderos de Aedes aegypti.

En lo que va del año, se notificaron en el país 16.143 casos de dengue y la situación epidemiológica preocupa a los especialistas. Mientras la Anmat avanza con el análisis de la vacuna japonesa que podría traer algo de alivio a la Argentina, funcionarios de las carteras sanitarias de todo el país acordaron intensificar acciones de prevención y conformar brigadas territoriales en busca de eliminar potenciales criaderos del mosquito Aedes aegypti.

“Tuvimos epidemias nacionales de dengue en 2008-2009, 2015-2016 y 2019-2020. La brecha en el intervalo de tiempo entre las epidemias nacionales se va haciendo más corta y el subregistro es muy importante, porque las personas no consultan o porque no se hace el estudio serológico para confirmar la enfermedad”, dijo a TN Silvia González Ayala (MP 91.229), especialista en infectología y docente.

En el mismo sentido, precisó que en el área metropolitana las epidemias de dengue “se esperan habitualmente para la segunda quincena de marzo y duran alrededor de cuatro a seis semanas”, por lo que en este momento está “en pleno desarrollo”.

“Los números finales dirán si esta situación es de mayor magnitud que la epidemia de 2019-2020, pero lo que llama la atención es el número de muertos, que está por encima de lo ocurrido en las otras epidemias nacionales”, advirtió. Al momento se confirmaron 5 fallecidos.

A la espera de la vacuna japonesa

Según pudo saber TN, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) está analizando la vacuna Qdenga, de la empresa japonesa Takeda, un suero tetravalente que se aprobó hace un mes en Brasil y que podría seguir el mismo camino en la Argentina en los próximos días.

“La vacuna que ya está en Brasil es muy interesante porque cubre cuatro serotipos en uno”, destacó Elena Obieta (MN 76.451), infectóloga del Hospital de Boulogne (San Isidro) e integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).

La expectativa por el suero japonés es creciente, pero mientras tanto, los contagios siguen creciendo y los especialistas advierten que se deben intensificar las acciones de prevención y de erradicación de mosquitos.

Según las cifras oficiales, de los 16.143 nuevos contagios de dengue informados en el último reporte epidemiológico, 14.224 adquirieron la infección en la Argentina, es decir, son casos autóctonos.

La circulación del virus fue identificada en 14 jurisdicciones: Buenos Aires, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), Córdoba, Entre Ríos, Santa Fe, Corrientes, Formosa, Chaco, Catamarca, Jujuy, Salta, Santiago del Estero, Tucumán y La Rioja.

Como pasó con los brotes de coronavirus, casi todos los argentinos conocen alguien que contrajo la enfermedad.

Acciones coordinadas contra el dengue

En alerta por la situación epidemiológica, se reunió este jueves el Consejo Federal de Salud (Cofesa) -integrado por las carteras sanitarias de las 24 jurisdicciones del país- para analizar y unificar acciones.

Según se informó oficialmente, los funcionarios acordaron “conformar brigadas territoriales de proximidad, con agentes sanitarios, fuerzas operativas y organizaciones intermedias, para sensibilizar sobre prevención y acciones de cuidado, principalmente en la eliminación de potenciales criaderos de Aedes aegypti”.

“Con operativos de descacharrado y limpieza de terrenos, estas brigadas de operarios pueden realizar trabajos en espacios comunes y reducir significativamente la posibilidad de aumento de brotes”, dijo la jefa de Gabinete del Ministerio de Salud nacional, Sonia Tarragona.

El diagnóstico de los especialistas

Epidemiólogos consultados por TN coincidieron en el diagnóstico de la Argentina, pero también en que se trata de una delicada situación en toda la región, y en que es necesario tomar conciencia de los riesgos y de la necesidad de descacharrar y usar repelente de manera cotidiana.

“Los casos han crecido porque la Argentina se tropicalizó. Los mosquitos se asentaron en el país y el virus también lo está, por eso se dice que son todos casos autóctonos. Antes, lo único que teníamos era de viajeros que se debían aislar e internarlos y podían ocasionar un pequeño brote, pero eso cambió. El 97% son casos autóctonos, y un 3% viajeros”, explicó Hugo Pizzi (MN 54.101), epidemiólogo e infectólogo cordobés.

“El cambio climático y la urbanización no planificada no son gratuitas”, Coincidió Obieta.

Amadeo Esposto (MP 13.891), jefe del Servicio de Infectología del Hospital San Martín (La Plata) detalló que “para tener dengue necesitamos tres cosas: un huésped, que es el ser humano; un vector, que es el mosquito, y mosquitos enfermos y en la Argentina tenemos las tres cosas”. “Vamos a tener un período donde va a haber más casos y siempre de esos casos hay una parte de dengue grave”, anticipó.

Las recomendaciones de los especialistas

Para hacerle frente al dengue, los especialistas mencionan dos focos de atención: las acciones personales y las promovidas desde ámbitos estatales. “Vamos a tener que cambiar la metodología que hemos utilizado hasta ahora, que no ha dado resultado, y emular a los países que realmente han sido exitosos”, dijo Pizzi.

Entre las medidas de orden individual mencionó “poner telas plásticas en las aberturas, usar tull en las cunas, limpiar patios, cortar el césped y los yuyos, usar repelentes adecuados y respetar el uso y lo que dice el fabricante sobre la cantidad de horas de efectividad” y desde el Estado dijo que se deberá propiciar “la esterilización de los machos, con rayos gamas o con una bacteria que se llama gualbache”.

Ayala explicó que la infestación de mosquitos siempre es en focos, por lo que “donde hay un foco, lo que hay que hacer es ir casa por casa descacharrizando”. “Es imperioso fumigar cada cinco o siete días al amanecer o al atardecer, en las horas crepusculares”, indicó y de ahí en más dijo que la responsabilidad pasa a ser individual de no tener recipientes con agua estancada.

“Es muy importante el rol de cada persona en el cuidado de su casa y los alrededores; el rol del Estado es trabajar en la educación, en promover y supervisar las campañas de descacharrización, y en la fumigación de los focos”.

Esposto coincidió en que desde el Estado se debe apuntalar la concientización de lo que sucede. “Es un mosquito peridomiciliario, es raro que viaje más de 500 metros de distancia, o sea que está dentro del lugar donde nosotros estamos y ese mosquito genera la mosquita que es la que realmente transmite en la enfermedad”. “Se necesita una gran campaña de descacharreo”.

Con ese mismo criterio respecto de la poca distancia que viajan los mosquitos infectados, Obieta propuso también hacer una “geolocalización de los lugares donde se dieron los casos de dengue para saber dónde hay potencialmente transmisiones de enfermedad”. “Tenemos que trabajar en el otoño y en el invierno, porque las larvas, las pupas, pueden vivir un año y portar el virus dengue y en cuanto hace un poquito de calor -en el veranito de San Juan en junio o en cualquier momento- las larvas maduran y se transforman en adultos”.

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