Los casos de Covid-19 reportados a diario en toda la provincia descendieron a niveles similares a los del año pasado. Por un lado, esto implica la descompresión del sistema sanitario y por el otro, permite nuevas aperturas y el regreso de actividades sociales después meses de restricciones. Sin embargo, la pandemia sigue y los cuidados más elementales, como el lavado de manos, el distanciamiento y, en especial, el uso del barbijo son la clave para que la situación se mantenga.
Así lo explicó ayer el infectólogo Fernando Achinelli, uno de los referentes del Hospital de Campaña Escuela Hogar. «Yo creo que lo que estamos viendo es el impacto de la vacunación en todo el país. Pero también creo que no debemos bajar el estado de alerta», dijo, en diálogo con Radio Sudamericana.
El especialista recordó que la Delta es una amenaza latente y mencionó el caso de países como Estados Unidos e Israel, que fueron los primeros en bajar sus restricciones sanitarias y así facilitaron el ingreso de esa variante que según dijo, «sigue haciendo estragos con la cantidad de contagios diarios en esos lugares».
En esa línea se indicó que el uso del barbijo o tapabocas debe sostenerse más tiempo y siempre teniendo en cuenta la evolución de la situación sanitaria. «Si tomamos el ejemplo de lo que sucedió en estos dos países, creo que, por lo menos, hasta fines de noviembre debemos seguir con los cuidados del barbijo, sobre todo, en lugares cerrados, o abiertos con alta concentración de personas», dijo el infectólogo.
Sobre el anhelado final de la pandemia, fue contundente: «La pandemia va a terminar cuando globalmente, el mundo esté vacunado contra el Covid-19 y así podamos evitar la aparición de nuevas mutantes. La aparición de nuevas mutantes puede poner en peligro todo lo que hemos alcanzado hasta ahora».
El rol concientizador de la Policía
Corrientes es una de las provincias del país en donde sigue siendo obligatorio el uso del barbijo en la vía pública. Así lo ordenó el gobernador, Gustavo Valdés, hace dos semanas, en contraposición a lo que había anunciado la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti. «La pandemia no terminó porque se haya perdido una elección», había dicho el primer mandatario local y zanjó así las posturas a favor y en contra del empleo de este elemento en las calles.
Desde la Policía de Corrientes indicaron a EL LIBERTADOR, que teniendo en cuenta esta directiva, es que los controles que se hacen a diario, apuntan a hacerla cumplir, al igual que el resto de las medidas sanitarias que siguen vigentes. «Adoptamos un rol concientizador con la sociedad. Lo primero que hacemos es concientizar a la persona que encontramos sin barbijos para que regrese a su casa y consiga uno. Y le recordamos que el uso es obligatorio, porque lo que queremos es hacer que tomen conciencia», dijo el jefe de la Policía, comisario general Félix Barboza, consultado sobre esta cuestión.
El funcionario policial también mencionó que siguen trabajando con los controles diarios, especialmente durante las noches, en especial para evitar o finalizar con las fiestas clandestinas. «En estos días tuvimos varios de estos casos en la Capital y en el Interior, por ese lado los controles se mantienen», completó.