El Instituto Nacional de Agua (INA) advirtió que la situación de mejora es temporal y proyectó tres escenarios posibles en largo, mediano y corto plazo.
El río Paraná continúa en emergencia hídrica en todo el Litoral argentino, pese a eso, se percibió un alivio gracias a que las represas de Brasil liberaron agua y eso implicó que las poblaciones se beneficiaran, entre ellas Corrientes.
El Instituto Nacional de Agua (INA) aseguró que la situación de mejora se debe a dos aspectos importantes, el principal fue el desembalse de algunas represas de Brasil, producto de la necesidad local de generar hidroelectricidad. El aumento del caudal turbinado fue progresivo y se dio hacia fines de agosto y continúa en la actualidad.
El otro de los aspectos, de menor incidencia, se debe a que la represa de Itaipú que comparten Brasil y Paraguay recibieron algunas lluvias localizadas, y ese acontecimiento elevó rápidamente el nivel del embalse.
En ese contexto, el presidente de la entidad nacional, Juan Carlos Bertoni, aclaró que, a pesar del alivio, no hay perspectivas de cambio. “Se mantiene la tendencia general de bajante. Lo que hay que comprender es que se trata de un sistema hídrico de una gran extensión geográfica que abarca vastas zonas de Brasil y Paraguay, y que las cuencas están con niveles de humedad tremendamente bajos. Y eso implica que una recuperación real se va a dar a raíz de sucesivas lluvias que ocurran con un volumen de precipitación importante”, explicó.
Y sostuvo: “Brasil debió mover el agua, que luego nosotros la recibimos en Argentina”.
Además, el funcionario expresó que las ciudades argentinas con costa en el río Paraná percibirán el incremento: “La cuenca incremental aportó agua y por eso Itaipú generó mejores caudales. En suma, los dos motivos explican la mejora en los niveles que se percibieron en los puertos del Litoral argentino”, destacó y remarcó un aspecto muy importante: “Esto es temporario”.
Con respecto a cuánto durará el fenómeno de la leve creciente de río, Bertoni afirmó: “Estimamos en unas semanas de duración este nuevo fenómeno gracias a las aguas de Brasil. Pero no podemos asegurarnos de que se extienda, porque depende de ellos. Los niveles, una vez que termine de circular el agua, volverán a ser bajos”.
Desde el mismo instituto indicaron que prevalece una tendencia descendente de aguas, que durará tres meses, en todas las secciones del río Paraná. El pico inferior de la bajante se espera para noviembre próximo.
Por su parte, el Servicio Meteorológico Nacional estimó que los niveles de precipitaciones en la cuenca del río Paraná se mantendrán con niveles inferiores a los normales en el sur y norte del Litoral al tiempo que se incrementan las probabilidades de precipitaciones superiores a lo normal en las nacientes del río. Algunas de las posibilidades es que las lluvias de septiembre y octubre en Brasil contribuyan a la situación.