Investigadores alemanes encontraron signos de daño cardíaco en personas que sobrevivieron o murieron de COVID-19.
Además de complicar el buen funcionamiento de numerosos órganos, como los pulmones, los riñones y el cerebro, ahora hay nuevas evidencias sobre el preocupante daño que causa el coronavirus en el corazón.
Un estudio del Hospital Universitario de Frankfurt afirma que el 78 por ciento de los pacientes que se recuperaron de COVID-19 quedaron con cambios estructurales en la anatomía del corazón, según registraron las resonancias magnéticas tomadas al inicio y después de la enfermedad.
También se determinó que 76 de los 100 sobrevivientes estudiados mostraron signos similares a los que deja un ataque al corazón.
Otro estudio, del Centro Cardíaco y Vascular de la Universidad Alemania, concluyó que más de la mitad de las personas que murieron después de contraer COVID-19 tenían altos niveles del virus en sus corazones.
Al estudiar el tejido cardíaco de 39 personas que murieron después de contraer coronavirus, se vio que la causa en 35 de ellos fue por neumonía. Si bien los corazones de los pacientes no estaban lo suficientemente dañados como para calificar para la miocarditis aguda, una infección viral grave, la mayoría tenía signos claros de que el virus les había llegado allí.
"Las preocupaciones que planteamos no son teóricas, sino prácticas, y requieren nuestra debida diligencia para estudiar y prepararnos para lo que puede ser otra dimensión de la crisis COVID-19", remarcan los autores del trabajo. Además, insisten en la importancia de controlar la salud cardíaca de los pacientes diagnosticados, incluso mucho después de haber superado el virus.
"Estos nuevos hallazgos proporcionan pruebas intrigantes de que el COVID-19 está asociado con al menos algún componente de lesión miocárdica, tal vez como resultado de una infección viral directa del corazón", escribieron los cardiólogos Clyde Yancy y Gregg Fonarow en un editorial que acompaña a los estudios en la Revista de Cardiología de JAMA.