La Entidad Binacional notificó que los caudales afluentes a Yacyretá se incrementaron como consecuencia de las precipitaciones registradas principalmente en territorio brasileño, cuyos montos acumulados estuvieron en el orden de los 260mm.
La Central Hidroeléctrica Yacyretá alcanzó este miércoles nuevamente su “potencia máxima instantánea”, por encima de los 3.000 MW, debido a la puesta en servicio de las 20 unidades generadoras, y al aumento en el caudal en el Río Paraná.
El “Suministro diario de Energía de la Central hacia ambos sistemas eléctricos” fue de 69.303 MWh, mientras que la “Potencia Media Horaria” máxima alcanzada fue de 2983 MW, informó la entidad en un comunicado oficial.
También registró un “Suministro Diario de Energía de la Central hacia el sistema argentino (SADI)” de 66.837 MWh.
En este sentido, la Entidad Binacional notificó que los caudales afluentes a Yacyretá se incrementaron como consecuencia de las precipitaciones registradas principalmente en territorio brasileño, cuyos montos acumulados estuvieron en el orden de los 260mm.
A mediados del 2022, la Central Yacyretá volvió a generar una máxima potencia por encima de los 3.000 magavatio (MW), tras estar luego de más de dos años limitada por la bajante histórica del río Paraná.
En aquella oportunidad, la puesta en marcha de las 20 unidades turbinas y el aumento en el caudal en el río Paraná durante el mes de junio, redujo la presión sobre el resto del parque eléctrico, en particular de las centrales térmicas del sistema.
De esta manera, la Central Hidroeléctrica puso a disposición de la demanda de los sistemas eléctricos de Argentina y Paraguay la totalidad de su potencia instalada, en momentos de alta demanda estacional.
En el caso de la energía eléctrica, las mayores represas hidroeléctricas vieron reducir al 50% la capacidad de generación, como sucedió en Yacyretá, sobre el río Paraná; en Salto Grande, sobre el río Uruguay; y en Chocón, en la Patagonia, con el río Limay.
Asimismo, el desempeño de Yacyretá se logra luego de un período de bajante histórica del Río Paraná, a partir de un segundo semestre de 2019, caracterizado por precipitaciones inferiores a lo normal en la cuenca de aporte a Yacyretá,
Esta tendencia se acentuó en el 2020, resultando ser el quinto año más seco desde 1961.
Por otra parte, en el año 2021, se presentaron lluvias inferiores a lo normal en la mayor parte del centro-oeste y sur de Patagonia, las provincias del norte, región del Litoral, norte y sur de Buenos Aires y parte del NOA, siendo afectados por la sequía, las provincias de Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones, como otros sectores del país.
Por último, a partir del 2022, se han ido reforzando reservas, lo que tendrá – como subproducto – una mejor oferta hídrica hacia aguas abajo, y se avanzó en el Plan de rehabilitación y modernización de los activos de generación, que continúa en aquellos segmentos cuyas provisiones programadas así lo permiten.
Por lo cual, se preveía un incremento de actividades a partir del último cuatrimestre del 2022, y gran actividad durante el año 2023.