En un tuit el Papa recuerda el Día Internacional de las Víctimas de actos de violencia basados en la religión o las creencias que se celebra hoy.
"Que todos dejen de explotar las religiones para incitar al odio, la violencia, el extremismo y el fanatismo ciego", escribió el papa Francisco en un tuit en concordancia con la celebración de hoy -por segunda vez- del Día Internacional de Conmemoración y de las víctimas de actos de violencia basados en la religión o las creencias, establecido en 2019 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
El hashtag #FratellanzaUmana cierra el tuit de Francisco. Las religiones nunca incitan a la guerra y la violencia, nunca producen sentimientos de odio, y el nombre de Dios nunca puede ser usado para esto. Es el corazón del Documento sobre la Hermandad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común, firmado el 4 de febrero de 2019 en Abu Dhabi por el Papa y el Imán de Al-Azhar, Al-Tayyib.
Este es un tema muy querido para el Papa, quien en su tuit para este día dedicado a conmemorar "las víctimas de actos de violencia basados en la religión o las creencias", repite claramente con las palabras del documento de Abu Dhabi: "Dios no tiene no necesita ser defendido por nadie y no quiere que su nombre sea usado para aterrorizar a la gente. Les pido a todos que dejen de explotar las religiones para incitar al odio, la violencia, el extremismo y el fanatismo ciego”.
El cardenal Miguel Ángel Ayuso Guixot, presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso explicó a Vatican News, la importancia de esta conmemoración establecida por las Naciones Unidas.
“En primer lugar, dijo el purpurado, quisiera expresar mi solidaridad y mi oración por todas las víctimas y sus familiares, que desgraciadamente son tantísimas, por todo el sufrimiento que este terror ciego ha traído al mundo y a nuestras sociedades en los últimos años. Que este día, convocado por las Naciones Unidas, sea realmente algo de importancia vital, dada la gravedad de lo que ocurre, a pesar de que estamos en el siglo XXI.
El cardenal Ayuso subrayó que “sabemos el mal que la instrumentalización de la religión para incitar a la violencia conlleva para la humanidad, es algo que seguimos condenando con tanta insistencia. Sin embargo, a pesar de los repetidos llamamientos y condenas hechos contra esta instrumentalización, es importante insistir para que se aplique el derecho internacional contra quienes cometen estos actos atroces y abominables. Por parte de los líderes religiosos, además, se debe trabajar con mayor intensidad para educar a cada comunidad religiosa en los valores inherentes a las diferentes tradiciones religiosas”.
“Da un inmenso dolor ver a las personas creyentes dirigiéndose a sus lugares de culto y que sean asesinadas. ¡Da profunda tristeza! Se trata de poder trabajar con los demás, a pesar de las diferencias, de construir la cohesión social”, señaló.
El presidente del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso destacó “los esfuerzos, los llamamientos, que el Papa Francisco nunca deja de dirigir a la comunidad internacional, para que ésta recorra el camino de la inclusión, el diálogo e incluso la ternura, que está radicalmente en desacuerdo con quienes promueven la violencia y el terror. Por eso creo que es importante que trabajemos en esta dirección. Esta Jornada Internacional es un signo concreto de cómo la comunidad internacional está trabajando para alentar, a través de la memoria, a hacer cada vez más por la coexistencia común y la paz mundial, de ahí la necesidad de caminar juntos por el camino de la unidad, la solidaridad y la fraternidad, para reavivar los verdaderos valores espirituales, para aliviar el sufrimiento de esta humanidad herida en la que vivimos hoy”, concluyó.
El Informe sobre el estado de la libertad religiosa en el mundo, editado por Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el 61% de la población mundial vive en países donde no hay libertad religiosa, se discrimina y persigue a causa de la religión. Los casos más recientes de genocidio de minorías religiosas se han dado en Irak y Siria, donde las tropas del Estado Islámico atacaron a cristianos y otros grupos religiosos. +